El Real Madrid afronta un tramo clave para el desenlace de la temporada. El duelo a cuchillo frente al Atlético en Champions aderezado con dos partidos de Liga que pueden marcar la recta final de la competición doméstica ante el Rayo en el Bernabéu y el Villarreal en el Nuevo Estadio de la Cerámica.
El ruido alrededor del equipo ha sido una constante esta campaña. Costó arrancar, parecía encontrarse el camino con la guinda de la apabullante victoria ante el City en la repesca de la nueva Champions y la derrota ante el Betis después de ponerse 0-1 y firmar 20 minutos primorosos ha hecho mucho daño. Ancelotti lleva señalado todo el curso. Tácticamente le costó dar equilibrio a su equipo tras la llegada de Mbappé dando incluso en muchas ocasiones la impresión de ser un conjunto poco trabajado. Sus famosas jerarquías, por encima de la meritocracia, se hicieron indefendibles en el Villamarín cuando dejó en el banquillo al central más en forma, Asencio, para meter con calzador a un Alaba que llevaba sin ser titular 473 encuentros hasta el partido contra el Girona. No ha sido capaz de hacer crecer a jóvenes talentos como Endrick o Arda Güler, de hecho el turco ha menguado su rendimiento cuando llegaba a la pretemporada crecido tras firmar una Eurocopa primorosa. Su gestión de los cambios -tardíos y en muchas ocasiones sin utilizar los cinco que permite el reglamento-, con un calendario infernal, ha sido al menos discutible y ha tenido consecuencias: Rüdiger y Fede Valverde lo han jugado casi todo y ahora llegan tocados físicamente al tramo clave del curso.
Ancelotti tiene que lidiar con el fracaso del método Pintus
Ancelotti, que siempre consigue revelarse y encontrar el camino, está en la diana. El italiano, hombre de club, es el paraguas perfecto que tapa todo. Porque Carlo, que ha tenido errores y él mismo los ha reconocido, está teniendo que lidiar con una auténtica plaga de lesiones. El aspecto físico se ha convertido en el talón de Aquiles en un equipo en el que el General Pintus ha sido una pieza fundamental del éxito de los últimos años, pero que esta temporada su método está más en entredicho que nunca.
Las múltiples lesiones de octubre y noviembre eran justificadas por los defensores del preparador físico italiano como parte del plan que siempre tiene como objetivo llegar a marzo como auténticos aviones. En la antesala del duelo frente al Atlético, el plan parece que en esta ocasión no ha salido como se esperaba. Las molestias musculares de Fede Valverde, unido a imágenes como las de Rüdiger y Alaba, luciendo aparatosos vendajes en las piernas durante el último partido ante el Betis, la importante lesión de Dani Ceballos y las bajas de larga duración de Militao y Carvajal dibujan un panorama complicado para el Madrid en un tramo decisivo, con todo en juego. Y más allá de las molestias o las lesiones da la impresión de que hay muchos jugadores muy lejos de su mejor forma física.
Ancelotti no tiene una buena relación con un Pintus que es una imposición del club. En rueda de prensa siempre ha dado normalidad a las lesiones y las ha justificado por el calendario, tapando su descontento con la manera de trabajar de su compatriota pero la realidad es que ante el Betis afrontó su décimo partido con seis o más bajas y que el Madrid acumula ya 39 lesiones en lo que va de temporada y tras el último contratiempo de Fede, son ya 17 los jugadores madridistas que han pasado por la enfermería.
La comparación con el Atlético, este verano cambio a un preparador físico de la antigua escuela como Pintus, el Profe Ortega, por Luis Piñedo que utiliza métodos mucho más modernos (nada de sobrecargar a los jugadores en pretemporada, busca una línea regular todo el curso en vez de los famosos picos de sierra por los que apuestan Pintus o Ortega, centrándose en trabajos individualizados más que colectivos a través de seguimientos personalizados con GPS), es muy significativa. El Atlético llega pletórico en lo físico al derbi de Champions y con unos datos de lesiones que dan que pensar. Si el Madrid lleva 39 lesiones a estas alturas, el Atlético tan sólo ha sufrido 18. Menos de la mitad y con tan solo 4 partidos jugados menos.
El Madrid, que se crece en los momentos de máxima dificultad, se juega gran parte de la temporada en dos semanas clave que también dirimirán el futuro de Carlo Ancelotti y Antonio Pintus.