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Adiós a la final más deseada: Barcelona-Real Madrid

La suerte ha sido caprichosa y ha evitado una final entre los dos mejores equipos de España y, seguramente, de Europa. Eso sí, se podrían ver en semis.

El Tottenham y el Shakhtar son los escollos que Real Madrid y Barcelona, respectivamente, tendrán que superar si quieren verse las caras en semifinales de la Champions. Gary Lineker, el encargado por la UEFA de sacar las bolas, ha sido caprichoso y ha evitado la final que todos deseaban: Real Madrid y Barcelona.

Curiosamente, el inglés militó tanto en el Tottenham como en el Barcelona, equipos que, previsiblemente, serán los escollos del Real Madrid de visitar Londres a finales de mayo para levantar la Décima. Eso sí, Barça ni Madrid le deberían guardar demasiado rencor al inglés, ya que el sorteo que ha deparado ha sido bastante benévolo para sus intereses.

Ni Guardiola ni Mourinho quieren oír hablar del posible cruce de semifinales, ya que, antes, tienen que eliminar a dos equipos que debutan en estas rondas de la Champions, pero que su rendimiento hace que sean lobos con piel de cordero. Además, tanto Madrid como Barcelona jugarán la vuelta fuera de casa, lo que, a priori, le resta oportunidades.

Por el otro lado del cuadro, el campeón tiene relativamente fácil alcanzar las semifinales, pese a la discreta temporada que atraviesan y la fragilidad defensiva de la que dan muestra. Raúl viajará a Milán para intentar dar la campanada con su Schalke, la perita en dulce de este sorteo. El ganador de esta eliminatoria se la jugará con un inglés, el vencedor del Chelsea-Manchester. El penalti fallado por Terry en la final de Moscú estará en la cabeza de todos los ingleses.

Con estos enfrentamientos, la fortuna ha evitado, casi con toda seguridad, que dos equipos del mismo país lleguen a la final. La única posibilidad, remota, la tendría si el Tottenham llegara y se enfrentara a Chelsea o Manchester United. A la UEFA no le interesa que dos equipos del mismo país acudan a la final para que tenga la mayor repercusión posible y, con futurible enfrentamiento Real Madrid-Barcelona en semifinales, y el duelo de los mejores equipos ingleses en cuartos, Platini se ha ahorrado un dolor de cabeza.

El admirado Tottenham para Mou

De los equipos que podrían corresponder al Real Madrid en suerte, el Tottenham es de los que menos cartel tiene a priori. Sin embargo, están firmando una gran participación en la competición, en la que han ganado al campeón de Europa, el Inter de Milán, y han eliminado en octavos al todopoderoso Milan.

Mourinho volverá a Londres para enfrentarse al conjunto de su admirado Harry Redknapp. El portugués, acostumbrado a disparar a quien se le ponga enfrente, no ha escatimado en elogios a uno de sus "amigos" en el fútbol inglés.

El morbo estará servido con la vuelta de Van der Vaart, jugador maltratado en la entidad blanca, y que salió del club justo cuando se cerraba el mercado de fichajes. Junto al holandés estará Gareth Bale, el carrilero deseado por media Europa y que llegará para disputar la eliminatoria. Junto a ellos, la bala Lennon, el espárrago Crouch o el cerebro Modric, quieren seguir haciendo historia.

Chygrynskiy, los brasileños y el largo viaje

El Barcelona y el Shakhtar son viejos conocidos. Disputaron la temporada pasada la Supercopa de Europa, que ganaron los azulgrana con mucho sufrimiento gracias a un tanto de Pedro. Además, en Champions también se han enfrentado y los ucranianos ya saben lo que es ganar en el Camp Nou (2-3), aunque era un partido intrascendente para el Barça.

En este caso, el reencuentro será el de Chygrynskiy con el público del Camp Nou, que le silbó en las pocas oportunidades que pudo verle de azulgrana. Ha sido, probablemente, el mayor fiasco de Guardiola en su tarea de ojeador y el club perdió una buena suma de millones de euros. Los ucranianos están haciendo historia en la competición y por primera vez se han colado en cuartos tras superar al Arsenal en la fase de grupos y golear a la Roma en octavos.

La fragilidad defensiva es su talón de Aquiles, con Chygrynskiy como baluarte. Su mayor peligro son los brasileños, no exentos de calidad técnica aunque algo anárquicos. Douglas, William, Jadson o Luiz Adriano son algunos de los cariocas que se han marchado a Ucrania a ganar títulos con el conjunto minero. El otro peligro para el Barça será el partido de vuelta en Donetsk, a cuatro horas de viaje, y donde el Shakhtar no ha perdido como local en 50 partidos europeos. El Barça tendrá que solventar la eliminatoria en el Camp Nou sino quiere un viaje dramático a la fría Ucrania.

Raúl, ante el campeón y la revancha de Moscú

Entre el Inter-Schalke y el Chelsea-Manchester United saldrá el segundo finalista de Londres que, esperemos, se tenga que ver las caras con un equipo español.

Quién se lo iba a decir al campeón de Europa que, firmando una de las temporadas más discretas de los últimos años, se puede plantar en la final por segundo año consecutivo. Al Inter le ha tocado en suerte el Schalke de Raúl, el equipo más flojo, con diferencia de cuántos quedaban en el bombo. El ex madridista tendrá la ocasión de alargar su mito en la Champions en un estadio como San Siro.

Y por el otro lado, Gary Lineker ha emparejado a los dos equipos ingleses más fuertes, evitando así que la final de Londres sea netamente británica, a no ser que el Tottenham haga la machada. El Chelsea se quiere tomar la revancha de la final de 2008 en Moscú cuando Terry se resbaló en el penalti decisivo y permitió que el Manchester United de Cristiano Ronaldo levantara la orejona. Lejos del líder Manchester United en el Premier, Ancelotti tendrá la oportunidad en Europa de justificar la inversión de Abramovich en su persona. Ninguno de los dos equipos están firmando su mejor temporada hasta el momento y se prevé una eliminatoria muy igualada por la supremacía del fútbol inglés.

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