
Tiger Woods ha anunciado que no estará en el Abierto de Estados Unidos, segundo Grand Slam del año que se disputará del 12 al 15 de junio en el campo de Pinehurst (Carolina del Norte), al no haberse recuperado de su lesión en la espalda por la cual pasó por el quirófano a finales de marzo.
El californiano, que precisamente la pasada semana terminó perdiendo su número uno del mundo en favor del australiano Adam Scott, informó de su baja a través de un comunicado en su página web, con lo que no podrá estar en el US Open. Cabe recordar que Tiger tampoco pudo jugar el pasado mes de abril en Augusta, sufriendo así su primera ausencia en el Masters desde que debutase en 1995.
"Desafortunadamente no podré estar en el US Open porque no estoy recuperado físicamente para competir. El US Open es muy importante para mí y sé que será una gran semana. A pesar de haber perdido los dos primeros majors y otros torneos importantes, soy optimista sobre mi regreso y mi futuro", indica en su web sobre su recuperación de la operación por el pinzamiento de un nervio.
Será la sexta vez que el Tigre se pierda un torneo del Gran Slam por lesión. Después de ganar el US Open en 2008 jugando con una pierna rota, tuvo que pasar por el quirófano y perderse el Abierto Británico y el Campeonato de la PGA.
En 2011, lesiones en la rodilla y el tendón de Aquiles le mantuvieron cuatro meses fuera de los campos, perdiéndose el US Open y el Abierto inglés. Este año, en el que Tiger Woods lucía el número uno recuperado con su espectacular 2013, el californiano no compite desde el WGC-Cadillac Championship, a principios de marzo.
Así pues, la persecución de los 18 grandes de Jack Nicklaus, el gran objetivo de Tiger Woods que suma 14, sigue retrasándose y la cercanía del Abierto Británico le limita más aún las opciones de sumar un major esta temporada.
