
Rompedora fue la palabra con la que muchos analistas definen la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024. En la calle, con un desfile en el que los deportistas pasaron a segundo plano y un encendido galáctico del pebetero que presidirá la ciudad. El paseo por el Sena recordó mucho a la Gabarra del Athletic del pasado 11 de abril tras conquistar la Copa del Rey.
🚢 En Bilbao nos adelantamos un poco a la #OpeningCeremony de @Paris2024… Allá por el 11 de abril 😅
Mucha suerte y éxitos para tod@s l@s deportistas de @BATbasqueteam en los Juegos Olímpicos.#UniqueInTheWorld #MadeInEuskalHerria 🦁 pic.twitter.com/UbYWohQEpN
— Athletic Club (@AthleticClub) July 26, 2024
La lluvia terminó desluciendo el espectáculo y un elemento de la velada dejó a muchos con un mal sabor de boca.
La ceremonia se terminaba cuando se proyectó una representación de La Última Cena. Un pasaje único, diferencial en la historia sagrada que fue tratada con desprecio al convertirlo en "parodia". La Última Cena fue proyectada por unos actores Drag Queen, quienes se encargaron de representar a Jesús y sus apóstoles.
Forte polémica global, depois do que as "pessoas" fizeram uma grave zombaria com o cristianismo, na abertura dos Jogos Olímpicos de Paris. pic.twitter.com/p0regDeBhr
— MSP-Brasil (@mspbra) July 26, 2024
El espectáculo, según varias voces, quería dar un mensaje de inclusión y diversidad, valores que defienden los organizadores de París 2024 que consideran que estos están claramente arraigados en su sociedad a la cual consideran de ‘mente abierta’.
Sin embargo, tras este espectáculo, miles de usuarios se han quejado en redes, tildando la esperpéntica representación como "asquerosa" y una "falta de respeto" para los creyentes.
Javier Tebas, presidente de La Liga, fue una de las voces más críticas: "¡Inaceptable, irrespetuoso, infame. Usar la imagen de la Última Cena en los Juegos Olímpicos de París es un insulto para los que somos cristianos. ¿Dónde queda el respeto por las creencias religiosas?".
El creador de la pantomima,Thomas Jolly, vivirá con esa sombra. Buscó el repaso histórico de Francia con simbología rompedora, lo acercó a los jóvenes con superestrellas de la música y terminó faltando al respeto a muchísima gente.
