
El Mad Fight Stadium, la nueva casa de los deportes de contacto en España situada en San Sebastián de los Reyes (Madrid), se vistió de gala este sábado para acoger una de las citas más esperadas del kickboxing profesional, Fighters Night, donde cinco combates de altísimo nivel marcaron el pulso de la velada.
El combate estelar de la velada enfrentó a Abdellah Filali y Nacho Menen, dos estilos opuestos que ofrecieron una lucha vibrante y técnica. La victoria por decisión unánime fue para Filali, que se ha convertido en el primer finalista del torneo en la categoría de -67 kilos, dejando claro que es un serio aspirante al título.
En el enfrentamiento más esperado de la velada, el jovencísimo Ali Laamari ganó por decisión unánime a Nico Gaffie, la figura más mediática del evento. Laamari aprovechó su superioridad en alcance y altura para mantener al marbellí fuera de distancia durante todo el combate. Con un pateo constante y certero a la zona media, Laamari neutralizó el boxeo y las lowkicks del popular Gaffie, que llegaba con el cartel de favorito tras su reciente victoria en el BKFC (bare knuckle, modalidad de boxeo sin guantes), precisamente en su tierra de Marbella (Málaga), pero que nunca logró encontrar su ritmo.
El torneo arrancó con la categoría de -63,5 kg, donde Zakaria Benuar se llevó la victoria por decisión de los jueces frente a Lucas Fernándes. La pelea tuvo momentos vibrantes, especialmente en el segundo asalto, cuando Benuar derribó a Fernándes con un potente derechazo que hizo levantar al público de sus asientos.
Además, el duelo entre Kabil Lazizi y Hamada Azmani en -57 kg ofreció una de las batallas más estratégicas de la noche. Azmani, campeón mundial ISKA en 2024, dominó los primeros compases con su característico estilo técnico, combinaciones precisas y un control magistral del ring. Sin embargo, una sanción en el segundo asalto por un golpe ilegal en el clinch cambió el rumbo del combate. En el tercer asalto, con Azmani visiblemente mermado, Lazizi lo persiguió por el cuadrilátero, conectando golpes de poder que inclinaron la balanza a su favor en una ajustada decisión dividida.
El combate de -71 kg, pactado finalmente en 73 kg, dejó un sabor agridulce para los locales. Manuel Fernández, quien aceptó la pelea con solo unas horas de antelación, demostró una sangre fría y efectividad sorprendentes al imponerse a Cristian Domínguez.
En definitiva, el evento Fighters Night celebrado en el Mad Fight Stadium dejó momentos memorables, desde la destreza técnica de Ali Laamari hasta la resiliencia de Kabil Lazizi y la contundencia de Manuel Fernández. Una noche de kickboxing de alto nivel que no sólo emocionó al público, sino también demostró el talento emergente que está impulsando este deporte hacia nuevas alturas.


