
Indignación, rabia, furia e impotencia. Son algunas de las múltiples sensaciones que tiene ahora mismo la patinadora española Laura Barquero tras haber sido sancionada con seis años de suspensión por dopaje, del 22 de febrero de 2022 hasta el 21 de febrero de 2028, por dar positivo hace ya tres años por clostebol en un control de dopaje durante los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín 2022, en los que fue finalista formando pareja con Marco Zandron. Después, antes de los Mundiales de 2023, volvió a dar positivo por la misma sustancia. La sustancia se encontraba presente en una crema, comercializada bajo el nombre Trofodermin, que jamás usó pero que contaminó todos los productos de su neceser.
No hubo intención alguna de mejorar su rendimiento deportivo, también reconocen que no hubo intención alguna de engaño, pero en un caso casi idéntico al del tenista Jannik Sinner, número 1 del ranking ATP, que manifestó haberse contaminado por una crema que su fisioterapeuta usó y que contenía la misma sustancia el clostebol, la diferencia del tiempo de suspensión es abismal.
En el caso del tenista, el acuerdo al que han llegado las partes: tres meses sin jugar. La de Barquero seis años.
Así recuerda Laura la comunicación de su positivo: "Al aterrizar en el aeropuerto de vuelta a casa era la persona más feliz del mundo, acababa de participar en unos Juegos Olímpicos. Conecté los datos del móvil y recibí una notificación que decía: resultado adverso en test de antidoping. Se me informa que había dado positivo por una sustancia llamada clostebol durante mi participación en Pekín. Al principio pensé que era un error, que lo estaba entendiendo mal. No sabía que era esa sustancia, ni cómo podía haber entrado en mi cuerpo. Entonces fue como si el mundo se me cayese encima, estaba desolada, muerta de miedo y no sabía qué hacer".
Tras el positivo comenzó su infierno personal: "Empecé a recibir insultos en redes sociales, diciéndome que las personas como yo hacían mucho daño al deporte, que era una vergüenza para el país", recuerda con angustia Laura.
Socialmente expuesta y apaleada por las redes sociales y económicamente destrozada, ya que un caso de dopaje significa perderlo todo en cuanto a becas y patrocinadores. "Entre otras cosas me comunicaron que me quitaban las ayudas económicas y los premios de todos los campeonatos realizados. No podía ir a ninguna competición, ni exhibición. Tampoco podía entrenar, ni dar clases", explica Laura Barquero.
¿Por qué dio positivo?
Laura necesitaba encontrar respuesta para un positivo de una sustancia que jamás había ni siquiera escuchado. "Desde el primer momento, a pesar de estar desolados nos pusimos a investigar y averiguamos que el positivo fue debido a una crema (trofodermin) que me había dejado una compañera meses antes en un stage por si la necesitaba para una herida que tenía. Me la entregó sin caja, ni prospecto y jamás la utilicé. Al llegar a mi casa en Bérgamo, la metí en un cajón junto con otras cremas y medicamentos y me olvidé de ella. Lamentablemente y, como supimos después, el tubo contenía restos por su parte exterior y acabó manchando otros productos que metí en el neceser que llevé a los Juegos. De esta forma, estuve expuesta continuamente por vía transdérmica a la contaminación con esta sustancia sin saberlo. Por desgracia cuando me hicieron un control antidopaje, di positivo a clostebol con una cantidad tan ínfima que era compatible con una contaminación (aproximadamente 0,5 ng/ml)", recuerda.
El Trofodermin es una crema cicatrizante, que se vende en España sin receta, normalmente se utiliza para heridas, y que contiene la citada sustancia prohibida el clostebol.
Un estudio toxicológico les dio la clave, la única explicación posible para el positivo sería la contaminación cruzada con objetos contaminados por la crema, debido a que el clostebol se absorbe rápida y fácilmente a través del contacto transdérmico.
Tras un acuerdo entre las partes implicadas, la AMA, la Unión Internacional de Patinaje (ISU) y la patinadora madrileña, se ha establecido una sanción de seis años de inhabilitación, una auténtica burrada si lo comparamos con los tres meses que estará fuera por dar también un doble positivo de la misma sustancia de Jannik Sinner.
La inexplicable doble vara de medir que se ha hecho viral y que indigna a toda España.
