
El deporte paralímpico se enfrenta a un grave escándalo tras la exclusión de por vida de la judoca azerbaiyana Shahana Hajiyeva, oro en los Juegos de Tokio 2020 en la categoría de -48 kg para deportistas con discapacidad visual. La joven, de tan solo 24 años, fue sometida a un examen médico rutinario antes del Mundial de Parajudo celebrado en Astaná (Kazajistán), cuyo resultado reveló que posee una visión completamente funcional, incompatible con los requisitos de su categoría.
El informe médico, elaborado por la Comisión Médica Internacional, fue concluyente y provocó la exclusión inmediata de la deportista de la competición, frustrando su intención de participar en la cita de Kazajistán. A raíz de estos resultados, las autoridades deportivas han tomado una decisión contundente: su descalificación permanente de cualquier evento paralímpico. Hajiyeva, que hasta la fecha acumulaba un palmarés brillante —incluido un reciente oro en el Europeo de Róterdam en agosto de 2023, también en la categoría J2 de -48 kg— ve ahora su trayectoria empañada por la sospecha de haber competido de forma irregular durante años.
Reconocimiento oficial pese a la polémica
La judoca no solo fue una de las figuras destacadas de Tokio 2020, sino que su victoria olímpica le valió un reconocimiento institucional de alto nivel. El 6 de septiembre de 2021, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, le concedió la orden 'Por el Servicio a la Patria', un galardón reservado a quienes han contribuido de forma destacada al prestigio del país. Este caso, sin embargo, ha levantado ampollas tanto dentro como fuera del mundo paralímpico, generando un amplio debate sobre los controles médicos y la equidad competitiva en el deporte adaptado.
Alegaciones del Comité azerbaiyano
Por su parte, el Comité Paralímpico Nacional de Azerbaiyán ha reaccionado con firmeza en defensa de su atleta, tratando de desviar la atención de los hechos médicos hacia cuestiones reglamentarias. En un comunicado oficial han alegado que el motivo de la descalificación no reside en la falta de discapacidad de Hajiyeva, sino en un cambio reciente en la clasificación funcional: "En los Juegos Paralímpicos de Tokio, las competiciones de Parajudo se celebraron en las categorías B1, B2 y B3. Sin embargo, en el período previo a los Juegos Paralímpicos de París y durante los propios Juegos, se redujo el número de categorías y se organizaron competiciones en dos nuevas categorías: J1 y J2", señala la nota. Según esta interpretación, muchas patologías oculares que anteriormente permitían competir en J2 han sido eliminadas de la lista oficial, dejando fuera a deportistas que hasta ahora eran elegibles.
El comité insiste en que Hajiyeva ha actuado siempre conforme a las reglas y que su exclusión responde únicamente a la nueva normativa: "A pesar de que representó a nuestro país en la categoría J2 hasta 2024, debido a los cambios queda claro que ya no podrá competir en parajudo". Aun así, el argumento no ha bastado para frenar la oleada de críticas. En distintos foros y medios especializados ya se la tacha de haber engañado al sistema, y lo ocurrido ha generado serias dudas sobre la eficacia de los controles previos que supuestamente garantizan la igualdad en las competiciones paralímpicas.

