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El desgaste en las pastillas de freno

Unas pastillas de freno desgastadas implican un nivel de inseguridad al volante demasiado elevado que nadie debería asumir.

Unas pastillas de freno desgastadas implican un nivel de inseguridad al volante demasiado elevado que nadie debería asumir.
Pixabay

Se trata de un componente esencial en el sistema de frenado, comprometiendo el rendimiento de los frenos si no se hayan en óptimas condiciones. Es, por tanto, esencial que el conductor sepa discernir cuando este elemento está deteriorado por un uso excesivo para proceder a su inmediata sustitución.

Síntomas de una pastilla de freno desgastada

Desde la posición del conductor, será muy fácil saber que este elemento requiere atención cuando al pisar el pedal del freno suena su ruido agudo o un chirrido, similar al de dos elementos metálicos al rozarse entre sí. Este es el sonido que se produce cuando la parte metálica de unas pastillas gastadas llega hasta el disco de freno.

Aunque este es un buen momento para ir al taller para realizar el cambio, cuando el sonido pasa a ser más grave, claramente como un raspado metálico y el frenado no se realiza con eficiencia, es entonces la señal definitiva de que estas pastillas se han desgastado por completo y, en efecto, son dos metales entrando en contacto. Esta circunstancia podría derivar en serias averías mecánicas y la posibilidad de accidente por no poder ejecutar un frenado eficiente.

Otras formas de detectar esta disminución en la eficiencia de las pastillas de freno son las vibraciones en el pedal del freno al pisarlo, que se sienta esponjoso o hundido, es decir, si es necesario pisarlo con más fuerza de lo habitual, que aumente la distancia que el coche necesita para frenar y detenerse por completo y/o que el chivato luminoso del tablero advierta sobre este fallo.

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Pastillas de freno para Peugeot 206

Consecuencias de conducir con las pastillas de freno desgastadas

Como cabe suponer, ir al volante de un vehículo con esta pieza elemental para el frenado en malas condiciones no trae nada positivo, con un gran riesgo para el conductor, los acompañantes y, también, para el resto de usuarios de las vías públicas.

El daño a los discos de freno

La primera de las consecuencias de conducir bajo estas circunstancias será el desgaste de los discos de freno que, como cabe suponer, va a derivar en unas reparaciones más costosas, e incluso la sustitución de los discos en los casos más extremos.

La capacidad de frenado

Asimismo, se va a reducir significativamente la capacidad para detener el coche de manera segura, aumentando exponencialmente el riesgo de accidentes. Del mismo modo, esta capacidad se verá muy menguada en condiciones climáticas extremas de lluvia, viento, nieve e incluso al conducir por terrenos pedregosos o de tierra.

Frecuencia con la que se debe de cambiar las pastillas de freno

Para terminar este breve repaso por la importancia que tienen un desgaste excesivo en estas piezas e invitando al lector que quiera saber más sobre pastillas de freno en Autodoc.es encontrará toda la información necesaria. En cualquier caso, cabe señalar que una pastilla de frenos suele durar entre los 30.000 y los 70.000 kilómetros. El número que va a depender del tipo de vehículo, de la calidad de las pastillas, de las características y condiciones de manejo, así como del mantenimiento y revisiones periódicas que se realicen.

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