
Sesenta y ocho años han pasado ya desde aquel 1957, año en que vio la luz el Fiat 500 —pronúnciese Cinquecento— en la factoría de Mirafiori, icónico barrio del sur de Turín. Ahora, casi siete décadas y en el mismo lugar, ve la luz el 500 Hybrid Torino, uno de los coches con los que FIAT/Abarth —perteneciente al Grupo Stellantis— quiere poner fin a su "travesía por el desierto", como el capo de la firma, Gaetano Thorel, explicó a este redactor de Libertad Digital desplazado a la capital del Piamonte para asistir a la presentación mundial de este bello utilitario.
El nuevo 500 Hybrid Torino representa una fusión consciente de pasado, presente y futuro. El 500 Hybrid Torino no es un coche más. Es toda una declaración de intenciones por parte de Fiat. Con la producción arrancando oficialmente en noviembre de 2025 en la planta Carrozzerie Mirafiori, la marca da un paso firme en su estrategia por revitalizar su legado. Las sensaciones al volante son magníficas, con una respuesta sensacional en ciudad. LD da fe de ello.
Esta nueva generación llega para responder a lo que, según Gaetano Thorel, es una demanda real de los conductores: un 500 reconocible, urbano, sencillo… pero actualizado. "Nunca contemplamos que el nuevo 500 fuera únicamente eléctrico", decía el directivo en Turín, defendiendo una apuesta que equilibra identidad e innovación. El 500 Hybrid Torino —que se une a las versiones híbrida y eléctrica del 500— aspira a jugar un rol clave en lo que Fiat define como un "renacimiento": un momento para reconquistar el mercado de coches urbanos, después de una época "difícil" para el parque automovilístico europeo.

Diseño, dimensiones y estilo: el clásico con toques modernos
A simple vista, el 500 Hybrid Torino mantiene la esencia estética del mito: líneas compactas, curvas suaves y una silueta fácilmente reconocible. Pero basta mirar con detalle para ver las diferencias: faros actualizados, detalles modernizados y proporciones ajustadas al siglo XXI. En lo dimensional, el coche se sitúa en lo ideal para su papel: alrededor de 3,6 metros de largo, espacio suficiente sin renunciar al tamaño urbano.
La edición especial de lanzamiento, llamada precisamente ‘Torino’, rinde homenaje a la ciudad natal de Fiat. Incluye detalles exclusivos: tapicerías especiales con logotipos, salpicadero a tono con la carrocería, volante en negro Soft Touch, faros Full LED… un guiño elegante a quienes buscan tanto estilo como pragmatismo.
Motor, prestaciones y carácter: pensado para la ciudad
Bajo su pequeño capó late un motor 1.0 Firefly asistido por una micro-hibridación de 12 V. No hay pretensiones de deportivo: el 500 Hybrid Torino entrega 65 CV, permite acelerar de 0 a 100 km/h en unos 16,2 segundos y alcanza una velocidad máxima de 155 km/h. Según las pruebas que pudimos realizar en Turín, el motor resulta modesto pero muy funcional: su punto fuerte no está en las cifras, sino en su suavidad, su fácil respuesta a bajas revoluciones y su comodidad en entornos urbanos. El cambio manual de seis marchas, corto y preciso, contribuye a que la conducción sea fácil, agradable y, sobre todo, muy divertida.

En pendientes o en rampas típicas de zonas históricas con cuestas —como puede ocurrir en el casco antiguo de algunas ciudades, en este caso Turín— el coche pide paciencia: no está diseñado para el arranque inmediato, sino para acompañar el ritmo de la ciudad.
Su naturaleza urbana se pone de manifiesto: ideal para circulación en núcleos urbanos, para trayectos cortos o medianos, para quien prioriza agilidad, consumo moderado y facilidad de maniobra. Por contra, no es la opción más adecuada para quien busque prestaciones brillantes, viajes frecuentes por autovía o autopista, ni tampoco aceleración para adelantamientos recurrentes.
El 500 Hybrid Torino no escatima en modernidad: pantalla central táctil de 10,25″, cuadro digital, compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto, buen nivel de acabados… una combinación de nostalgia y modernidad. La gama en España —y en Europa— incluye tres acabados: Pop (la versión de entrada), Icon y La Prima, además de la edición especial Torino. El precio de partida en España se sitúa en 17.300 euros y puede llegar hasta los 25.600€ en su versión más equipada, La Prima. De esta forma, Fiat apuesta por un coche urbano accesible, con la combinación justa de estilo, practicidad y modernidad.
¿Para quién es el 500 Hybrid Torino y para quién no?
Este 500 Hybrid Torino tiene un público claro:
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Quienes buscan un coche urbano, ágil y compacto, ideal para ciudad.
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Conductores que valoran el diseño con identidad, un estilo "chic", con sabor clásico pero sin renunciar a comodidad y tecnología.
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Usuarios que priorizan consumo moderado, facilidad de maniobra y practicidad diaria sobre prestaciones.
En cambio, si lo que buscas es un vehículo para autopista, con potencia para viajes frecuentes o aceleraciones vivas, este 500 no está diseñado para ti. Su motor modesto y su planteamiento claramente urbano lo delatan. En su esencia, el 500 Hybrid Torino no pretende ser un coche "todo", sino un coche muy específico: una forma elegante y consciente de moverse por la ciudad, con alma, con historia, con identidad.

En definitiva, podría decirse que el 500 Hybrid Torino representa una de las apuestas más coherentes de Fiat en los últimos años. Regresa a sus raíces —físicas y emocionales—, pero con los pies en la Tierra... y en el presente. No intenta reinventar el 500, sino reafirmarlo en un contexto donde lo funcional, lo práctico y lo icónico tienen tanto valor como lo tecnológico o lo "electrizante".
Puede que no sea un coche radical, ni llamativo por potencia o prestaciones, pero tiene algo que muchos coches modernos han perdido: sencillez, alma, equilibrio. Y en un mundo automovilístico en el que lo eléctrico monopoliza titulares, este 500 recuerda que la movilidad urbana no necesita necesariamente baterías enormes: a veces basta con un diseño atemporal, una mecánica honesta y un guiño a la historia y la autenticidad. Un coche auténtico que representa la esencia de Turín y de Italia porque, como Thorel se encargó de remarcar a Libertad Digital, "los chinos podrán copiarlo todo, pero nunca los intangibles y la historia de amor que tiene esta ciudad y nuestro país".
