Por poco. Por muy poco Fernando Alonso ha logrado salvar el tercer peldaño del podio en el Gran Premio de Italia. El problema de agarre del F150 debido a la falta de grip con el compuesto más duro de los neumáticos condena al bólido italiano a defender con pilotaje la posición. Una posición, la tercera, que ha sido posible gracias a la gran salida del piloto asturiano que ha arriesgado sabiendo que sólo una gran maniobra al inicio de la carrera le colocaría con opciones para subir al cajón.
Alonso sigue demostrando porqué es doble campeón del mundo y a pesar de faltarle coche consigue sacar el ciento diez por ciento de su vehículo. Pero la genialidad de Fernando, que le colocó en la primera posición, apenas duró unas vueltas y eso que el coche de seguridad retraso el inicio de la prueba tras el accidente múltiple provocado por el coche de Liuzzi.
Sebastian Vettel sólo tardó un giro al trazado italiano en adelantar al piloto asturiano y Alonso ni siquiera pudo seguir la estela del Red Bull y tampoco pudo evitar que unas vueltas después el inglés Jenson Button le arrebatara la segunda posición. La pregunta es si Fernando habría sido capaz de mantener la tercera plaza si Hamilton no hubiera tenido tantos problemas para adelantar a Michael Schumacher que volvió a las posiciones de cabeza con un Mercedes rapidísimo. Qué de recuerdos se le debieron venir a la cabeza a Michael cuando se vio en la tercera posición plantando cara a los McLaren. Bueno mejor dicho plantando cara al coche de Hamilton porque Button consiguió deshacerse de su compañero y del piloto alemán sin despeinarse y a las primeras de cambio.
No así su compañero Hamilton que no pudo con la velocidad punta del Mercedes de Michael y se vio obligado a superarle en los boxes. Con todo podemos decir que la afición española puede estar más que satisfecha, no sólo por la tercera posición de Fernando en un trazado en el que el Ferrari se había mostrado inferior a los Red Bull y los McLaren, sino también por la fantástica remontada de Jaime Alguersuari que ascendió de la decimoctava hasta la séptima posición superando de nuevo a su compañero de equipo y consiguiendo su mejor resultado en carrera.
Pero una vez más en Monza hemos visto dos carreras, la de Sebastian Vettel y la disputada por el resto de los competidores. Las diferencias por vuelta entre el Red Bull del vigente campeón y sus perseguidores, incluido su compañero de equipo, han sido tan abrumadoras durante todo el campeonato que el piloto alemán podría proclamarse campeón del mundo el próximo fin de semana a cuatro pruebas para que concluya el campeonato. Y está claro que pilotar un coche como el cocinado en la escudería por el último genio de la Fórmula 1, Adrian Newey, da la suficiente confianza como para firmar una de las mejores temporadas de todos los tiempos.
Sebastian Vettel pasará a la historia como el bicampeón del mundo más joven de la historia. Con sólo 24 años, el alemán ha firmado una temporada con una superioridad de puntos que ni pilotos como Schumacher o Senna han conseguido en sus mejores tiempos, y lo ha hecho compitiendo con otros cuatro campeones del mundo en pista. Toda una proeza a la que no hay que quitarle mérito porque la verdad es que lo tiene y mucho. ¿Quién apuesta por el alirón de Red Bull en la próxima prueba?