
"Dejen de lanzar dildos a la pista, nos harán daño", reclamó Sophie Cunningham, jugadora de las Indiana Fever, en su cuenta de la red social X (antes Twitter). La advertencia, directa y sin rodeos, surgió tras el segundo episodio en menos de una semana en el que un objeto sexual fue arrojado a la pista durante un partido de la WNBA.
stop throwing dildos on the court… you're going to hurt one of us.
— Sophie Cunningham (@sophaller) August 2, 2025
La reiteración de estos incidentes, ambos con las Golden State Valkyries como protagonistas en cancha, ha encendido el debate sobre la seguridad y el respeto en los eventos deportivos femeninos.
La noticia principal gira en torno a la aparición de juguetes sexuales en dos partidos consecutivos de las Golden State Valkyries. El primer incidente se produjo la noche del martes, cuando un aficionado lanzó un consolador verde a la pista durante los instantes finales del partido que las Valkyries disputaron frente a las Atlanta Dream. El marcador señalaba 75-77 a favor de las visitantes; restaban 51,9 segundos para el final cuando el objeto impactó contra el parqué, obligando a interrumpir el juego. El personal de seguridad retiró el artículo y el partido continuó sin más sobresaltos.
Lejos de tratarse de un hecho aislado, la situación se repitió en el siguiente compromiso de las Valkyries, esta vez en el pabellón de las Chicago Sky. A falta de 7 minutos y 40 segundos para concluir el tercer cuarto, un consolador idéntico al anterior, tanto en forma como en color, fue arrojado nuevamente a la pista. La coincidencia en el tipo de objeto y la proximidad temporal de ambos episodios han generado inquietud entre las jugadoras y aficionados.
twice in a week i crazy 😭 and both times valkyries playing🤔🤔 pic.twitter.com/R1m4wu0OHa
— eleanor | euros x2 🤩 (@e__gsa) August 2, 2025
La reacción de Sophie Cunningham no tardó en viralizarse. Su mensaje en redes sociales, en el que exigía el cese de este tipo de acciones, ha puesto en evidencia la preocupación de las deportistas por su integridad física y el ambiente en el que se desarrollan los partidos. La reiteración de estos actos en partidos de la WNBA ha abierto un debate sobre la responsabilidad de los organizadores y la necesidad de reforzar las medidas de seguridad en los recintos deportivos.
El hecho de que ambos incidentes hayan tenido lugar con las Golden State Valkyries en cancha no ha pasado inadvertido para la liga ni para la opinión pública. La secuencia de eventos ha puesto en el centro de la discusión la vulnerabilidad de las jugadoras ante comportamientos irrespetuosos por parte de algunos asistentes, así como la urgencia de establecer protocolos más estrictos para prevenir situaciones similares en el futuro.
