Edwin Congo, que el próximo 7 de octubre cumplirá 35 años, fue uno de esos fichajes sonados del Real Madrid, allá por el verano de 1999. Al estilo de Rambo Petkovic, El Átomo Ognjenovic, Elvir Balic, Robert Prosinecki o Freddy Rincón, por citar sólo a algunos. De este último, colombiano nacido en 1966, se sabe que hace cuatro años pasó 123 días en una cárcel de Brasil por un delito de lavado de dinero procedente del narcotráfico.
Al igual que todos ellos, Congo también fue un fracaso total. En aquellos años dorados en los que el equipo madridista iba ganando Copas de Europa.
Recaló Congo en el equipo blanco, junto al defensa brasileño Julio César y de la mano de Lorenzo Sanz, con el cartel de gran promesa mundial y de acompañante de Raúl González en la delantera madridista. No en vano, había marcado 30 goles en 110 partidos con el Once Caldas colombiano. Pero con la camiseta del Real Madrid no hizo ni uno solo, aunque lo cierto es que el entonces entrenador, John Benjamin Toshack, le dio demasiadas oportunidades.
Cansado de la falta de minutos, el jugador se marchó del Bernabéu para probar fortuna en el Real Valladolid, con el que consiguió un gol en doce partidos. Volvió a Madrid en julio de 2000, cuando Florentino Pérez ya había asumido la presidencia del club, para volver a irse días después. Primero al Vitoria de Guimaraes portugués y luego al Toulouse francés. En la campaña 2001/02 regresó al primer equipo madridista, pero no disputó un solo minuto en partido oficial y pasó toda la temporada en blanco. Eso sí, marcó un gol en un amistoso.
Así que en 2002 hizo mutis por el foro, se fue del Bernabéu con viento fresco y recaló en el Levante para jugar las siguientes cuatro campañas. Tampoco le fueron bien las cosas en el equipo granota antes de fichar por el Sporting de Gijón (11 tantos en 34 partidos) y en el Recreativo de Huelva. En 2008 tuvo que resignarse a militar en categorías inferiores. Concretamente en Regional Preferente y en las filas del Olímpic de Játiva. Hace un año y medio fichó por la UD Benissa, de la misma categoría.
Lo cierto es que el delantero, odontólogo de profesión, decidió abrir hace unos años un restaurante de comida caribeña en Valencia: el Blue Marlin. El negocio lo gestionaba con su hermano y la cocinera estaba a cargo de su madre.
Pero Congo, según informa El Mundo, tuvo que cerrar el local el pasado noviembre, cuatro meses después de haber sido denunciado por impago de alquiler. El restaurante estaba a nombre de su hermano Fabio, que se declaró insolvente en el juicio. Josefa, la dueña del local, asegura que los hermanos Congo le deben más de 12.000 euros. "Siempre me supo mal insistirles demasiado para que me pagaran porque entendía que la crisis nos afectaba a todos, pero al final me engañaron. Es una vergüenza. Tuve mucha paciencia con ellos y al final nunca me pagaron", se lamenta la propietaria del inmueble.
El ex futbolista continúa sin dar señales de vida. Cuando llegó a España hace ya doce años lo hizo sin teléfono móvil porque, según él, en Colombia era imposible conseguir uno. Y del último número que se tiene constancia, el que utilizaba en su época como jugador del Levante, ya no existe.