
Más cerca de hacerse con el Masters 1000. Carlos Alcaraz ha accedido a las semifinales del torneo de Montecarlo tras remontar al francés Arthur Fils en dos horas y 26 minutos de partido (4-6, 7-5, 6-3). En el tercer Masters 1000 de la temporada y que se disputa en superficie de tierra batida. El tenista español luchará por un puesto en las final del domingo ante Alejandro Davidovich, quien derrotó en dos sets a Alexei Popyrin (6-3, 6-2) en una hora y 10 minutos de encuentro.
Alcaraz consiguió sobreponerse al francés tras comenzar perdiendo el primer set y estar ‘break’ abajo en el tercero. Con la victoria, alcanzada logra pasar a la penúltima ronda del tercer Masters 1000 de la temporada – después de Róterdam e India Wells – y que se disputa en tierra batida. El murciano fue de menos a más en un encuentro en el que cometió 41 errores no forzados.
Fils plantó cara
El número tres del mundo se vio sorprendido por el juego agresivo del francés durante la primera parte del partido, pero supo aprovechar sus momentos para llevarse la victoria – levantó hasta siete bolas de rotura y quebró el saque de Fils en sus dos únicas opciones en el set definitivo –. El arranque de partido del francés fue arrollador, y consiguió tomar dos 'breaks' de ventaja tras quebrar los dos primeros turnos de servicio de Alcaraz.
La reacción del murciano no se hizo esperar y logró igualar, aunque su irregularidad le volvería a costar cara con una nueva entrega de su servicio. Con 5-4 a su favor, Fils no falló y cerró el parcial. El arranque de segundo set no fue sencillo, teniendo que levantar dos bolas de rotura en el primer juego, una situación que se repitió en el quinto. Así, se llegó con todo igualado al tramo final del segundo set (5-5) donde el galo volvió a apretar el saque del español, que salvó tres bolas de 'break' en contra, lo que le cargó de confianza para romper el saque de su rival en el siguiente juego y forzar la tercera y definitiva manga.
El resurgir del español
El juego del murciano no había mejorado en exceso, pero su resiliencia le permitió a agarrarse a un partido que tenía casi perdido. Un hecho que no afectó mentalmente al francés, que siguió presionando el saque del murciano y logró romperlo en el tercer juego, una rotura que confirmó con su siguiente saque, colocando el peligroso 3-1 en el marcador.
Pero con todo en contra, volvió a aflorar el mejor Alcaraz que con dos juegos seguidos, 'break' incluido, igualó de nuevo el marcador. Entraba el partido en su desenlace, salía el sol en Montecarlo, y el murciano se convirtió en un muro desde fondo de pista. Mejoría en el juego que se vio reflejado en el marcador y, con cinco juegos consecutivos, llevarse el partido y meterse en semifinales tras casi dos horas y media de partido (4-6, 7-5, 6-3).

