Valencia y Barcelona tratarán de mantenerse en lo más alto a costa de Racing y Mallorca

El Real Madrid es el tercero en discordia y en la clasificación. Todavía sigue en observación, pero el triunfo ante el Osasuna en el debut de García Remón ha apaciguado los ánimos, o al menos ha servido para que no se encresparan más de lo que estaban. Los blancos tendrán una prueba de fuego en la Catedral, un sitio nada propicio para sus intereses. El Athletic, además, tampoco ha tenido un buen inicio, todavía no conoce la victoria, y nada mejor que derrotar al Madrid para tomar impulso.

Atlético de Madrid, Osasuna, Málaga, Sevilla, Zaragoza y Levante conforman el septeto perseguidor. Todavía tienen que definirse, porque han alternado actuaciones brillantes con otras que han presentado importantes lagunas. El equipo de César Ferrando recibe a un Villarreal con el que ya se ha enfrentado dos veces en la temporada, ambas en la final de la Copa Intertoto que acabaron ganando los levantinos. Precisamente por eso habrá más ganas de revancha en el Calderón. Además, el submarino amarillo todavía no sabe lo que es ganar, aunque es el momentáneo rey del empate, con tres igualadas en cuatro partidos.

El Osasuna recibe al Getafe, que llega tras estrenarse como equipo de Primera y con los ánimos renovados; mientras que el Málaga, que todavía vive en la nube de su victoria ante Mallorca sazonada por la belleza de los goles que consiguió, visita a un Espanyol al que el liderato le duró un suspiro. El Sevilla, por su parte, recibe a una Real Sociedad en donde las alarmas ya están empezando a sonar, tras ocupar puestos de descenso, no conocer la victoria y haber conseguido sólo dos puntos. Otro choque dentro de este grupo de los siete puntos será el que enfrente a Zaragoza y Levante.

El partido Deportivo-Betis es de alto riesgo para los dos equipos. Los gallegos, tras su sonoro traspiés en Riazor ante el Valencia el miércoles, no pueden permitirse el más mínimo fallo y los andaluces no están para hacer regalos a nadie. Son dos aspirantes en apuros. Numancia y Albacete se juegan algo más que tres puntos en su particular competición, sobre todo los castellano-manchegos, que son el farolillo rojo y un solo punto adorna su casillero. Será el tercer partido en ocho días para todos y las lesiones, sanciones y cansancio harán acto de aparición, con lo que el pronóstico se torna más complicado.