Caja Madrid entró en el capital de SOS el pasado enero, cuando cerró la compra de un 10,5% de la compañía por unos 149 millones de euros a través una ampliación de capital. Sin embargo, tres meses después el consejo de administración de la multinacional alimentaria destituyó a los hermanos Salazar por un supuesto desvío de más de 230 millones de euros.
La entidad que preside Miguel Blesa acusa a los anteriores gestores del grupo de ocultar información relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), como unas pérdidas de 26 millones de euros motivadas por la volatilidad de los precios de la materia prima.
En opinión de la caja madrileña, el ocultamiento de pérdidas y riesgos provocó que la cotización del valor en Bolsa fuera superior al que hubiera existido si se hubieran conocido.
Recientemente Jesús Salazar fue declarado en concurso de acreedores como persona física, es decir, insolvente, por el Juzgado de lo Mercantil número 11 de Madrid.
Esta denuncia se suma a la querella presentada por la compañía ante la Audiencia Nacional contra los ex ejecutivos y otras personas físicas y jurídicas por el presunto fraude de más de 230 millones de euros, entre otros delitos, y a otros procedimientos judiciales en marcha, como la demanda de impugnación de la última junta de accionistas presentada por los hermanos Salazar.
En los juzgados madrileños se están tramitando además los concursos de ocho sociedades controladas por los ex ejecutivos, así como el solicitado por Jesús Salazar como persona física.
