L D (EFE)
Fiorani, que desde hace casi dos meses estaba inhabilitado de su cargo por presuntas irregularidades en relación a la oferta pública de adquisición de la banca Antonveneta, presentó su dimisión "irrevocable e inmediata", informó el BPI. La dimisión se conoció poco después de que se supiese que está siendo investigado por supuestas "falsas declaraciones" y enriquecimiento personal irregular.
Según la acusación de la fiscalía de Milán, Fiorani habría escondido, bajo falsas sociedades presididas por testaferros, riquezas personales mientras estaba al frente del BPI. La fiscalía de Milán ya le interrogó por los supuestos delitos de especulación abusiva y uso de información privilegiada para hacerse con la entidad Antonveneta, sobre la que había lanzado una oferta pública de adquisición el grupo holandés Abn Amro.
La oferta de Abn Amro fracasó por falta de adhesión, mientras la BPI (hasta hace poco Banca Popolare di Lodi) anunciaba por su parte una doble OPA (una voluntaria y otra obligatoria) sobre el banco del Véneto. El caso suscitó una fuerte polémica en Italia después de que se conocieran unas conversaciones telefónicas interceptadas por la Fiscalía, en las que el gobernador del Banco de Italia, Antonio Fazio, informaba a Fiorani en términos amistosos de que había autorizado su OPA.
El hecho levantó las sospechas de que Fazio había actuado con favoritismo hacia los italianos tanto en el caso de Antonveneta como en el de la Banca Nazionale del Lavoro (BNL), sobre el que había presentado una oferta el BBVA que también fracasó por falta de adhesión.
La dimisión de Fiorani se ha producido al día siguiente de que la Banca Popolare Italiana decidiera retirarse de la partida por el control de Antonveneta y vender su cuota del 29,5 por ciento al grupo holandés Abn Amro. La operación permitirá a la BPI embolsarse más de 2.000 millones de euros con unos 150 millones de euros de plusvalías y, a la vez, salir al paso de la investigación abierta por la Fiscalía de Milán por los posibles delitos de especulación abusiva y uso de información privilegiada.
Según la acusación de la fiscalía de Milán, Fiorani habría escondido, bajo falsas sociedades presididas por testaferros, riquezas personales mientras estaba al frente del BPI. La fiscalía de Milán ya le interrogó por los supuestos delitos de especulación abusiva y uso de información privilegiada para hacerse con la entidad Antonveneta, sobre la que había lanzado una oferta pública de adquisición el grupo holandés Abn Amro.
La oferta de Abn Amro fracasó por falta de adhesión, mientras la BPI (hasta hace poco Banca Popolare di Lodi) anunciaba por su parte una doble OPA (una voluntaria y otra obligatoria) sobre el banco del Véneto. El caso suscitó una fuerte polémica en Italia después de que se conocieran unas conversaciones telefónicas interceptadas por la Fiscalía, en las que el gobernador del Banco de Italia, Antonio Fazio, informaba a Fiorani en términos amistosos de que había autorizado su OPA.
El hecho levantó las sospechas de que Fazio había actuado con favoritismo hacia los italianos tanto en el caso de Antonveneta como en el de la Banca Nazionale del Lavoro (BNL), sobre el que había presentado una oferta el BBVA que también fracasó por falta de adhesión.
La dimisión de Fiorani se ha producido al día siguiente de que la Banca Popolare Italiana decidiera retirarse de la partida por el control de Antonveneta y vender su cuota del 29,5 por ciento al grupo holandés Abn Amro. La operación permitirá a la BPI embolsarse más de 2.000 millones de euros con unos 150 millones de euros de plusvalías y, a la vez, salir al paso de la investigación abierta por la Fiscalía de Milán por los posibles delitos de especulación abusiva y uso de información privilegiada.
