
L D (EFE) Los resultados del Popular, ligeramente superiores a los 645 millones que esperaba el consenso de los analistas, se basan en un crecimiento de los recursos gestionados y del negocio crediticio, aunque con una desaceleración de las hipotecas, pero también en un aumento de costes por las inversiones realizadas para captar nuevos clientes.
Con estos factores, la entidad consiguió incrementos en el entorno del 10 por ciento en todos sus márgenes, cifra que más que se duplicó en el beneficio atribuido gracias a las menores necesidades de dotación de provisiones. En concreto, el margen de intermediación –diferencia entre ingresos y gastos de créditos y depósitos, más dividendos– creció el 10,6 por ciento, hasta 1.451 millones de euros.
El margen ordinario creció el 9,2 por ciento y se elevó a 2.046 millones, después de que las comisiones aumentaran el 10,3 por ciento y los resultados de operaciones financieras se redujeran a menos de la mitad, ya que el año pasado se contabilizó una plusvalía extraordinaria por la venta de la participación de Metrovacesa. En los 532 millones ingresados por comisiones destacó el crecimiento de las correspondientes a fondos de inversión (15,2 por ciento más), las de planes de pensiones (14,4 por ciento más) y las de cartera de valores (12 por ciento más).
Los resultados presentados por el banco presidido por Ángel Ron también muestran un fuerte crecimiento de sus costes –aumentaron el 6,7 por ciento- debido a la estrategia de expansión seguida por el grupo. En estos nueve meses, ha abierto 56 sucursales, ha cerrado 16 y ha equipado otras 67 para su apertura en los próximos trimestres. Al tiempo, ha aumentado los gastos de publicidad para el lanzamiento de nuevos productos y ha aumentado sus costes para captar 448.000 nuevos clientes, de los que más de 25.000 son empresas.
Pese a estos incrementos de costes, el ratio de eficiencia del grupo -cuantía de los ingresos que consumen los gastos- volvió a mejorar y se situó en el 33,04 por ciento, con lo que el banco se mantiene en este aspecto como el mejor en España y uno de los primeros en Europa. El margen de explotación se elevó a 1.289 millones de euros, tras crecer el 10,1 por ciento, cifra que se incrementó sustancialmente en la parte más baja de la cuenta de resultados gracias a la reducción del 24,4 por ciento en las pérdidas por deterioro de activos, en las que se incluyen las comisiones.
Con todo, el beneficio bruto creció el 23,6 por ciento, hasta 1.056 millones de euros, y el atribuido, el 21,1 por ciento, hasta 650,6 millones. En estos resultados, influyó de forma decisiva el crecimiento del 22,4 por ciento en los créditos de clientes, que se elevaron a 62.754 millones de euros, pese a que el negocio hipotecario desaceleró su crecimiento hasta el 26,9 por ciento, 3,6 puntos menos que lo anunciado en junio. Los recursos gestionados de clientes aumentaron un 18,8 por ciento, hasta 68.333 millones de euros, después de que los depósitos de los residentes crecieran un 7,6 por ciento; los fondos de inversión, un 21,5 por ciento, y los planes de pensiones, un 16 por cient
Con estos factores, la entidad consiguió incrementos en el entorno del 10 por ciento en todos sus márgenes, cifra que más que se duplicó en el beneficio atribuido gracias a las menores necesidades de dotación de provisiones. En concreto, el margen de intermediación –diferencia entre ingresos y gastos de créditos y depósitos, más dividendos– creció el 10,6 por ciento, hasta 1.451 millones de euros.
El margen ordinario creció el 9,2 por ciento y se elevó a 2.046 millones, después de que las comisiones aumentaran el 10,3 por ciento y los resultados de operaciones financieras se redujeran a menos de la mitad, ya que el año pasado se contabilizó una plusvalía extraordinaria por la venta de la participación de Metrovacesa. En los 532 millones ingresados por comisiones destacó el crecimiento de las correspondientes a fondos de inversión (15,2 por ciento más), las de planes de pensiones (14,4 por ciento más) y las de cartera de valores (12 por ciento más).
Los resultados presentados por el banco presidido por Ángel Ron también muestran un fuerte crecimiento de sus costes –aumentaron el 6,7 por ciento- debido a la estrategia de expansión seguida por el grupo. En estos nueve meses, ha abierto 56 sucursales, ha cerrado 16 y ha equipado otras 67 para su apertura en los próximos trimestres. Al tiempo, ha aumentado los gastos de publicidad para el lanzamiento de nuevos productos y ha aumentado sus costes para captar 448.000 nuevos clientes, de los que más de 25.000 son empresas.
Pese a estos incrementos de costes, el ratio de eficiencia del grupo -cuantía de los ingresos que consumen los gastos- volvió a mejorar y se situó en el 33,04 por ciento, con lo que el banco se mantiene en este aspecto como el mejor en España y uno de los primeros en Europa. El margen de explotación se elevó a 1.289 millones de euros, tras crecer el 10,1 por ciento, cifra que se incrementó sustancialmente en la parte más baja de la cuenta de resultados gracias a la reducción del 24,4 por ciento en las pérdidas por deterioro de activos, en las que se incluyen las comisiones.
Con todo, el beneficio bruto creció el 23,6 por ciento, hasta 1.056 millones de euros, y el atribuido, el 21,1 por ciento, hasta 650,6 millones. En estos resultados, influyó de forma decisiva el crecimiento del 22,4 por ciento en los créditos de clientes, que se elevaron a 62.754 millones de euros, pese a que el negocio hipotecario desaceleró su crecimiento hasta el 26,9 por ciento, 3,6 puntos menos que lo anunciado en junio. Los recursos gestionados de clientes aumentaron un 18,8 por ciento, hasta 68.333 millones de euros, después de que los depósitos de los residentes crecieran un 7,6 por ciento; los fondos de inversión, un 21,5 por ciento, y los planes de pensiones, un 16 por cient
