LD (EFE) Entre enero y agosto pasados, la entidad acometió 615 prejubilaciones –la mayoría de ellas en Banca Comercial y en la división de Medios y Costes–, pero contrató al tiempo a 590 personas. De las nuevas incorporaciones, el 48 por ciento se han tramitado como contratos eventuales; el 35 por ciento, en prácticas, y el 17 por ciento, como fijos.
La llegada de nuevos trabajadores no servirá sólo para cubrir los huecos dejados por los prejubilados y para rejuvenecer la plantilla, sino también para dotar de personal a las más de 100 nuevas oficinas que prevé abrir la red Santander Central Hispano este año. De hecho, la entidad tiene previsto contratar a más de 300 personas en Banca Comercial en lo que queda de año y enviar a más de la mitad a sucursales de nueva apertura. Y eso sin contar con que podría ampliarse el plan de aperturas, hasta inaugurar un total de 150 nuevas oficinas en el año.
En los sindicatos están tímidamente satisfechos con los planes de bajas, altas y aperturas presentadas por la entidad, sobre todo porque el número de prejubilaciones será similar al de nuevas contrataciones. Desde CCOO, se asegura que su opinión sobre la política de empleo del banco no puede ser ahora tan negativa como en otras ocasiones, ya que "hay que valorar positivamente que un programa de prejubilaciones tan relevante como el que se está desarrollando en los últimos tres años se empiece a equilibrar con planteamientos razonables de regeneración de plantillas".
En UGT, coinciden con este planteamiento y aseguran que "parece que por fin se han dado cuenta que la plantilla no da más de sí y de que todo proceso de renovación tiene que pasar ineludiblemente por realizar, como mínimo, un número igual de nuevas contrataciones que de bajas". En todo caso, ambos sindicatos mantienen sus quejas sobre la saturación de trabajo que tienen los trabajadores de las sucursales y de las dificultades que afrontan cada vez que se produce una baja, aunque sea por vacaciones. Además, critican que este año tampoco vaya a producirse un crecimiento neto de empleo, pese a los "enormes beneficios" que va a obtener el grupo –más de 5.000 millones de euros en todo el mundo–.
Debido a la introducción de las nuevas normas contables, el Santander no podrá cargar contra reservas el coste de las prejubilaciones y tendrá que pagarlas con sus beneficios, aunque previsiblemente no se notarán mucho en su cuenta de resultados, habida cuenta de los casi 2.300 millones de euros que acumula en plusvalías extraordinarias. Los analistas consultados por la agencia EFE cifran en unos 300 millones de euros el coste que tendría que afrontar la entidad por 800 prejubilaciones.
