L D (EFE)
Según los datos hechos públicos el pasado miércoles, sobre los saldos presupuestarios de los Estados miembros para el periodo 2008-2013, teniendo en cuenta una nueva propuesta que modifica el sistema de recursos propios de la UE, España pasaría de tener un saldo positivo del 0,8% del PIB en 2004 a un 0,25%. Un portavoz comunitario explicó que este menor beneficio para España se explica porque su situación económica "ha mejorado muchísimo" en estos últimos años y por la propia evolución de la UE, que ha pasado de 15 a 25 miembros.
A causa de esa ampliación, con 10 nuevos países más pobres, España dejará seguramente de percibir ayudas del Fondo de Cohesión, destinado a los Estados cuyo PIB es inferior al 90% de la media comunitaria, y también perderá una parte importante de los fondos estructurales destinados a las regiones menos desarrolladas. "La ampliación tiene un fuerte impacto, pero es el mismo para todos los países", resaltó el portavoz.
La tendencia a la reducción del saldo neto positivo de España con la UE ya comenzó antes de la última ampliación: en el año 2002 fue del 1,2% del PIB; en el año 2003, el 1%, y en el año 2004 del 0,8. En el periodo 2008-2013 el saldo para España será del 0,25%, según la estimación de la Comisión si finalmente se aplica una propuesta presentada hoy para crear un mecanismo de corrección generalizado que supondrá devoluciones para los países cuya contribución neta a la UE supere el 0,35% de su PIB. Este sistema eliminaría así el llamado "cheque británico", por el que el Reino Unido era el único beneficiario de una compensación.
La Comisión calcula que con el sistema actual, España mantiene un saldo positivo (entre los fondos recibidos y su aportación anual) del 0,23% de su Producto Interior Bruto. Pero con el nuevo sistema, el saldo crecería al 0,25%, lo que supondría ahorrar unos 405 millones de euros al año, según los cálculos del comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Joaquín Almunia.
A causa de esa ampliación, con 10 nuevos países más pobres, España dejará seguramente de percibir ayudas del Fondo de Cohesión, destinado a los Estados cuyo PIB es inferior al 90% de la media comunitaria, y también perderá una parte importante de los fondos estructurales destinados a las regiones menos desarrolladas. "La ampliación tiene un fuerte impacto, pero es el mismo para todos los países", resaltó el portavoz.
La tendencia a la reducción del saldo neto positivo de España con la UE ya comenzó antes de la última ampliación: en el año 2002 fue del 1,2% del PIB; en el año 2003, el 1%, y en el año 2004 del 0,8. En el periodo 2008-2013 el saldo para España será del 0,25%, según la estimación de la Comisión si finalmente se aplica una propuesta presentada hoy para crear un mecanismo de corrección generalizado que supondrá devoluciones para los países cuya contribución neta a la UE supere el 0,35% de su PIB. Este sistema eliminaría así el llamado "cheque británico", por el que el Reino Unido era el único beneficiario de una compensación.
La Comisión calcula que con el sistema actual, España mantiene un saldo positivo (entre los fondos recibidos y su aportación anual) del 0,23% de su Producto Interior Bruto. Pero con el nuevo sistema, el saldo crecería al 0,25%, lo que supondría ahorrar unos 405 millones de euros al año, según los cálculos del comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Joaquín Almunia.
