El portavoz de CiU, Josep Sánchez Llibre, afirmó que la Ley de Economía Sostenible tiene "mucho envoltorio y poca proteína" y añadió que es una amalgama de modificaciones "inconexas" de distintas leyes.
Durante su intervención en el debate sobre la Ley de Economía Sostenible en el Congreso, Sánchez Llibre reiteró la necesidad de que se aprueben unos presupuestos austeros, de primar la creación de empleo y el estímulo a la inversión, en vez de aumentar impuestos, y de consensuar las reformas estructurales.
Sánchez Llibre aseguró que el tema más destacado del anteproyecto ha sido el nombre de economía sostenible, "la marca", lo que da la impresión de que el Gobierno, "en un estilo muy propio del presidente", ha buscado más un titular mediático que regular unas medidas eficaces.
Además, criticó que la Ley no se apruebe antes del verano y preguntó al Ejecutivo qué piensa hacer mientras tanto para acelerar la salida de la crisis.
Asimismo, afirmó que el texto de la Ley parece que lo ha redactado la oposición porque es una declaración de intenciones sin medidas, como lo prueba el hecho de que las palabras "promover o promoción" aparezcan más de 50 veces y "fomento o fomentar" más de 40.
El portavoz de CiU indicó que la economía española, como ya ha ocurrido en otras épocas, necesita "una sacudida y una reorientación".
En su opinión, la Ley no se plantea mediante un pacto de Estado con las fuerzas parlamentarias y sociales, ni contiene medidas directas para estimular la inversión y el empleo, ni persigue una mejora de la competitividad.
Sobre el Fondo ICO que prevé la Ley, subrayó que lo importante es reestructurar este organismo y dotarlo para garantizar la financiación del circulante y la inversión de las empresas cuando el Banco Central Europeo (BCE) empiece a reducir la liquidez del sistema.
El PNV dice que las medidas no son efectivas
El portavoz del PNV, Josu Erkoreka , negó que las medidas contenidas en la futura Ley de Economía Sostenible sean efectivas para cambiar el modelo de la economía y dijo que son "heterogéneas, poco articuladas y dispersas", por lo que urgió a adoptar nuevas medidas complementarias.Criticó las "lagunas" de la futura norma para abordar las reformas que "de verdad" permitirían cambiar el modelo productivo y dijo que "una ley, por sí misma, no garantiza el cambio del modelo económico, que no cambiará porque lo diga esta Cámara".
En este sentido añadió que "los veleros sólo avanzan si sopla el viento con la fuerza suficiente para impulsar la embarcación, ya que limpiar el casco y reparar mástiles ayuda, pero si no hay viento favorable no sirve para nada".
Dijo que el anteproyecto de Ley de Economía Sostenible puede generar ese viento favorable, pero es tan sólo "una pieza de un puzzle más completo y complejo", por lo que pidió nuevos pasos "más valientes y ambiciosos" en el control del gasto público, en la moderación del déficit o en el papel del sector público.
Puntualizó que la futura Ley "pasa de puntillas" sobre reformas de fondo en el mercado de trabajo, en el sistema de pensiones, en el modelo energético, en la Justicia o en la Educación.
El diputado del PNV dijo que para poner proa al nuevo modelo económico hace falta más conocimiento, más formación, más competitividad, más productividad, más empleo o más responsabilidad ambiental, y que el "problema" está en ponerlo en práctica.
Advirtió de que una "excesiva" confianza en los efectos de la Ley de Economía Sostenible podría acabar creando el "espejismo" de que los objetivos propuestos se cumplirán por sí mismos y dijo que "nada de esto ocurrirá".
"Los mandatos del anteproyecto pueden quedar en agua de borrajas si la Administración no procura su cumplimiento real y efectivo", apostilló, tras poner como ejemplo las nuevas medidas contra la morosidad que reducen el plazo de pago de las administraciones a sus proveedores, y que podrían quedarse en "simples cánticos bienintencionados", si los organismos deudores no lo cumplen.
Erkoreka emplazó a Zapatero a que "no olvide" que el horizonte no existe en la realidad, sino que sólo sirve para definir una meta, y que la economía sostenible no es un escenario estable y definitivo, sino "un estado de tensión permanente por mejorar objetivos y procedimientos".