L. D. / EFE.-
El Ministro de Interior, Mariano Rajoy, ha estado en Leiza y ha mantenido un encuentro con la familia del concejal, su viuda y sus tres hijos. Será en la tarde del domingo cuando en Leiza se oficien los funerales por el político asesinado y probablemente el lunes tenga lugar una manifestación en Pamplona en contra de este nuevo crimen de ETA. Así lo propondrá el presidente del Parlamento foral, el socialista José Luis Castejón, en la reunión de la Mesa y Junta de Portavoces que ha convocado.
La explosión de una bomba colocada en su furgoneta causaba la muerte a José Javier Múgica Astibia. Los hechos ocurrieron a las diez y cinco de la mañana de este sábado cerca de su domicilio, en la calle Amazabal de la localidad navarra Leiza, de cuyo ayuntamiento era concejal por el partido Unión del Pueblo Navarro. El fallecido tenía unos cincuenta años, estaba casado y tenía tres hijos. Trabajaba como fotógrafo en un negocio familiar.
La bomba-lapa estaba compuesta por aproximadamente tres kilogramos de explosivo, posiblemente "titadine". El explosivo, al parecer proveniente del robado por ETA en la Bretaña francesa, estaba colocado en el exterior de la furgoneta propiedad del edil asesinado, entre el bastidor y la caja de cambios. El ministro Rajoy apuntaba a la posibilidad de que el conocido como "complejo Donosti" sea el autor de este crimen.
El concejal estaba de vacaciones y alguien sabía que volvía
El ministro del Interior, Mariano Rajoy, reveló que José Javier Múgica había regresado en la noche del viernes a Leiza tras estar varios días de vacaciones, por lo que expresó su “firme convicción de que además del ejecutor, del verdugo, hay otras personas con mucha más responsabilidad, personas que viven aquí y sabían de sus costumbres”, por lo que tildó la acción de los supuestos informadores de “una perversión realmente insuperable”.
"Cada vez que me hacen algo, me crezco"
José Javier Múgica ya fue objeto de una agresión cuando su furgoneta fue incendiada hace casi un año. El 14 de agosto del 2000, sobre las 2:00 de la madrugada, unos desconocidos rompieron los cristales de su furgoneta, aparcada en las inmediaciones de su vivienda, y rociaron con líquido inflamable su interior para prenderle fuego, lo que afectó al contacto e hizo que el vehículo se pusiera en marcha y chocara contra la pared de la vivienda. Múgica manifestó entonces que “estos hechos en absoluto” le hacían plantearse el abandono del cargo y señaló que, por el contrario, “cada vez que me hacen algo de esto, me crezco”.
El Gobierno de Navarra, reunido en sesión extraordinaria y urgente, expresó su “más absoluta condena” del asesinato del concejal de UPN que calificó como “un ataque y una provocación al conjunto de la sociedad y a su libertad para regirse democráticamente”. Para el Ejecutivo navarro, este atentado “implica el desprecio más evidente al principal de los derechos de toda persona, que es el de la vida”.
Pamplona, de luto
La Junta de Portavoces del Ayuntamiento de Pamplona ha decidido mantener la "octava de San Fermín", uno de los actos más destacados en el programa de los Sanfermines, pero eliminar de su celebración la música y el ambiente festivo, en señal de duelo por el asesinato. De esta forma, la corporación municipal se dirigió en silencio a la parroquia de San Lorenzo, donde se ofició la ceremonia religiosa que tradicionalmente se celebra en honor al patrón de Pamplona en el último día de las fiestas.
La explosión de una bomba colocada en su furgoneta causaba la muerte a José Javier Múgica Astibia. Los hechos ocurrieron a las diez y cinco de la mañana de este sábado cerca de su domicilio, en la calle Amazabal de la localidad navarra Leiza, de cuyo ayuntamiento era concejal por el partido Unión del Pueblo Navarro. El fallecido tenía unos cincuenta años, estaba casado y tenía tres hijos. Trabajaba como fotógrafo en un negocio familiar.
La bomba-lapa estaba compuesta por aproximadamente tres kilogramos de explosivo, posiblemente "titadine". El explosivo, al parecer proveniente del robado por ETA en la Bretaña francesa, estaba colocado en el exterior de la furgoneta propiedad del edil asesinado, entre el bastidor y la caja de cambios. El ministro Rajoy apuntaba a la posibilidad de que el conocido como "complejo Donosti" sea el autor de este crimen.
El concejal estaba de vacaciones y alguien sabía que volvía
El ministro del Interior, Mariano Rajoy, reveló que José Javier Múgica había regresado en la noche del viernes a Leiza tras estar varios días de vacaciones, por lo que expresó su “firme convicción de que además del ejecutor, del verdugo, hay otras personas con mucha más responsabilidad, personas que viven aquí y sabían de sus costumbres”, por lo que tildó la acción de los supuestos informadores de “una perversión realmente insuperable”.
"Cada vez que me hacen algo, me crezco"
José Javier Múgica ya fue objeto de una agresión cuando su furgoneta fue incendiada hace casi un año. El 14 de agosto del 2000, sobre las 2:00 de la madrugada, unos desconocidos rompieron los cristales de su furgoneta, aparcada en las inmediaciones de su vivienda, y rociaron con líquido inflamable su interior para prenderle fuego, lo que afectó al contacto e hizo que el vehículo se pusiera en marcha y chocara contra la pared de la vivienda. Múgica manifestó entonces que “estos hechos en absoluto” le hacían plantearse el abandono del cargo y señaló que, por el contrario, “cada vez que me hacen algo de esto, me crezco”.
El Gobierno de Navarra, reunido en sesión extraordinaria y urgente, expresó su “más absoluta condena” del asesinato del concejal de UPN que calificó como “un ataque y una provocación al conjunto de la sociedad y a su libertad para regirse democráticamente”. Para el Ejecutivo navarro, este atentado “implica el desprecio más evidente al principal de los derechos de toda persona, que es el de la vida”.
Pamplona, de luto
La Junta de Portavoces del Ayuntamiento de Pamplona ha decidido mantener la "octava de San Fermín", uno de los actos más destacados en el programa de los Sanfermines, pero eliminar de su celebración la música y el ambiente festivo, en señal de duelo por el asesinato. De esta forma, la corporación municipal se dirigió en silencio a la parroquia de San Lorenzo, donde se ofició la ceremonia religiosa que tradicionalmente se celebra en honor al patrón de Pamplona en el último día de las fiestas.