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Urkullu, quinto lehendakari del Gobierno vasco

Se rompe la bicefalia histórica del PNV, que separa la figura del presidente del EBB de la del presidente de la comunidad autónoma.

La victoria electoral cosechada este domingo por el PNV en las urnas, llevará con toda probabilidad al candidato del partido, Iñigo Urkullu, hasta el Palacio de Ajuria Enea, pues casi imposible parece que los partidos constitucionalistas permitan que la candidata de EH Bildu, Laura Mintegi, llegue al Gobierno vasco.

De este modo, el partido jeltzale recuperará el poder en la región, que sólo ha dejado de ostentar durante tres de los treinta y tres años de democracia. También será la primera vez que el máximo responsable de un gobierno peneuvista sea a la vez el líder del partido, pues históricamente había existido una bicefalia que separaba ambos cargos.

La meteórica carrera política de Urkullu está cimentada en su extraordinario conocimiento del aparato del partido, especialmente en Vizcaya, lo que le permitió enfrentarse abiertamente a Xavier Arzalluz cuando nadie se atrevía a hacerlo. Unas disputas de las que siempre salió triunfante.

El primer aviso llegó en 1996, cuando acompañado por jóvenes dirigentes del partido consiguió imponer a su candidato a presidente del BBB –Ejecutiva de Vizcaya– en contra de los criterios del ayatolá nacionalista. Aprovechando la inercia, cuatro años más tarde, él mismo fue elegido presidente de la dirección vizcaína.

En 2003 volvió a enfrentarse a Arzalluz, esta vez para impedir que el Diputado foral de Vizcaya volviese a presentarse a la reelección. Su envite fue respaldado por 132 de los 150 batzokis vizcaínos. Poco después, lanzó su órdago final, colocar a su amigo Josu Jon Imaz como presidente de la Ejecutiva del partido, apartando de la misma al delfín y candidato propuesto por el propio Arzalluz: Joseba Eguibar.

En enero de 2008 dio el salto definitivo, presentándose como candidato a presidente del EBB. Para ello, su amigo Imaz radicalizó su discurso hacia el españolismo, para enfrentarse abiertamente al aspirante más radical, Eguibar, lo que convirtió a Urkullu en el candidato moderado apoyado por la gran mayoría del partido. Aprovechando el batacazo del PNV en Guipúzcoa en las elecciones municipales y forales de 2011 y la victoria de Bildu, laminó internamente a Eguibar, aunque permaneciese en el cargo, lo que le permitió una tranquila reelección al frente de la Ejecutiva jeltzale en enero de este año.

Los anteriores lehendakaris

Carlos Garaikoetxea (1980-1985). Nombrado presidente del Consejo General vasco en 1979, el órgano preautonómico, fue cabeza de lista del PNV en las primeras autonómicas de 1980 y primer lehendakari de la democracia. Negoció el primer Concierto Económico y puso en marcha las primeras instituciones vascas como el Servicio Vasco de Salud (Osakidetza), la radio-televisión pública (EiTB) y la Ertzaintza.

Sus discrepancias con la dirección del PNV y un amplio sector en su partido sobre la Ley de Territorios Históricos originó su dimisión y la designación como su sustituto de José Antonio Ardanza. Pocos meses después se convocarían elecciones anticipadas. Encabezó la escisión en el seno del PNV que dio lugar al nacimiento de Eusko Alkartasuna.

José Antonio Ardanza (1985-1999). Llegó a Ajuria Enea tras la dimisión de Garaicoetxea. A los pocos meses, encabezó la candidatura de su partido a las vascas, siendo el más votado aunque superado en escaños por el PSE. Los socialistas se conformaron con un vicelehendakari y varios cargos y le permitieron gobernar. Sus gobiernos están marcados por el desarrollo del Estatuto vasco y la firma del Pacto de Ajuria Enea (1988), por el que todos los partidos democráticos se comprometían a una unidad de acción en la lucha contra el terrorismo y a la exclusión política de Batasuna.

En 1996 pactó con el Gobierno de Navarra (PSOE, CDN, EA) la constitución de un órgano común entre ambas regiones, aunque nunca se llegó a crear por la caída del Ejecutivo navarro. Tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco y el nacimiento del espíritu de Ermua, el líder del PNV, Xabier Arzalluz, llevó a su partido a crear un frente independentista con Euskal Herritarrok, que se plasmaría por escrito en el Pacto de Estella (1998). Meses antes, Ardanza había anunciado que no repetiría en el cargo.

Juan José Ibarretxe (1999-2009). Heredero natural de Ardanza, había sido su vicelehendakari entre 1994 y 1999. Llegó a Ajuria Enea con los votos de EH, con el que su partido había pactado en Estella. Dos años más tarde, convocó elecciones anticipadas tras romper ETA la tregua. El bloque constitucionalista conformado por PP (Mayor Oreja) y PSE (Redondo Terreros) estuvo cerca de arrebatarle el gobierno.

Sus gobiernos están marcados por el denominado Plan Ibarretxe, una propuesta para convertir la región en un Estado Libre Asociado. Aprobado en el País Vasco gracias a Batasuna, fue rechazado en el Congreso. También intentó llevar a cabo un referéndum ilegal para oficializar los alcanzados en Loyola por PNV, PSOE y Batasuna durante la negociación entre el Gobierno Zapatero y ETA, pero fue finalmente prohibido por el Tribunal Constitucional.

Patxi López (2009-2012). Es el primer y único lehendakari no nacionalista que ha tenido la comunidad. Llegó a Ajuria Enea fruto de un pacto entre PP y PSE, que firmaron un acuerdo de mínimos para sacar al nacionalismo del poder. Su nombramiento hizo saltar por los aires el mito de que sólo los nacionalistas podían gobernar la región.

Reactivó a la Ertzaintza contra ETA, despolitizó los informativos de EiTB, reivindicó la vigencia del Estatuto acabó con los santuarios proetarras de las calles vascas. Aun así, humilló con muchas de sus políticas a las víctimas de ETA, apoyando un final del terrorismo sin vencedores ni vencidos, pidiendo la legalización de Batasuna y el acercamiento de los presos de ETA. Y no acabó con la politización de la educación vasca ni con la imposición lingüística.

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