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Urdangarín: De Pedralbes al Golf Verde

La elevada fianza que pide el fiscal para Urdangarín podría suponer la puntilla para el cambio de vida al que se ha visto forzado el duque.

Quizás la imagen que mejor describe el ascenso y caída del duque de Palma sea el palacete de Pedralbes en el que vivió con su familia hasta su marcha a Washington y del que ahora quieren deshacerse.

La elevada fianza a la que tendrá que enfrentarse si el juez acepta la petición del fiscal podría hacer que la casa recobrara un nuevo protagonismo: si no abona el dinero, éste podría convertirse en uno de los bienes que serían embargados por la justicia.

La mansión, ubicada en una de las zonas más exclusivas de Barcelona, fue adquirida en octubre de 2004 y ya entonces sorprendieron sus dimensiones: 622 metros cuadrados y una parcela que superaba los 2.000. El importe, según se publicó, rondaría los siete millones.

Coincidiendo con la aparición del nombre de Nóos, la empresa propiedad del duque de Palma, en las primeras informaciones sobre desvío de dinero público en el Gobierno balear, los duques de Palma dejaron España con un nuevo destino, Washington. Durante su estancia en la capital estadounidense terminó de estallar el escándalo. Tras la imputación, Zarzuela apartó de los actos oficiales al duque. Después llegaría la declaración ante el juez. El paseo ante los medios para declarar en el juzgado de Palma que instruye el caso supuso la definitiva caída para el duque.

Con el fin del verano, la familia Urdangarín decidió regresar a España ante la proximidad del juicio. Pero la intención fue dar una imagen radicalmente alejada de los primeros tiempos del matrimonio y la pareja se puso como objetivo vender el inmueble para vivir en un piso más modesto. En las pocas ocasiones en que se les ha visto dejar la casa, han utilizado un Golf verde de 17 años, el coche de soltera de la infanta. Un gesto calculado que también se convertía en símbolo de los nuevos tiempos para Urdangarín. 

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