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'La Gaceta' atemoriza a los rebeldes con el recuerdo de San Gil

Dos temas preferentes en la prensa. El terremoto en el PP por el negociete que se trae Rajoy con Mas y el espanto generalizado por el contrato único.

Rajoy ha decidido coger la pasta que han ahorrado los demás para dársela a Cataluña y que a nadie se le ocurra rechistar. Los barones le han hecho, al menos en lo de estar calladitos, un corte mangas. “Barones del PP plantan cara a Rajoy por ceder ante Artur Mas”, titula El Mundo. Dice Victoria Prego que “el gobierno ha patinado pensando que, apelando al amor al partido, podría aquietar a los suyos” haciéndoles tragar “la rueda de molino”. Pues no, majo, no. Rajoy se ha “equivocado” al pretender que semejante medida discriminatoria se haga sobre las costillas del resto de los españoles sin que pase nada”.

Sobre la que se armó ayer con el contrato único dice El Mundo que “la alergia al contrato único une al poder político y sindical”. Federico Jiménez Losantos no da crédito. “Los políticos están empezando a dejar de ser insensibles para convertirse en auténticos sociópatas”. Y es que cree que “uno pensaría” que en un país con el paro de España “los dirigentes políticos tendrían la humildad y la sensatez de estudiar cualquier propuesta” en esta materia. “Pues no”. Nosotros somos así de chulos. “Solo UPyD rompió ayer el silencio cerebral de los corderos políticos, convertido en mugido sindical aborregado contra el contrato único propuesto por la UE. Ni siquiera recordaban que la propia UPyD presentó hace meses en el Parlamento una propuesta similar, basada en la buena experiencia escandinava. Ni la debatieron entonces ni la estudian ahora. ¡Con el 60% de paro juvenil y dando coces! Lo dicho: lerdos, camino de sociópatas”. Qué país, Federico, qué país. Pedro J. está con Federico. “No se entiende el rechazo casi unánime que ha tenido la propuesta desde sectores que deberían apoyar cualquier iniciativa que sirva para generar empleo”.

ABC: “Los barones del PP rechazan el déficit a la carta de Cataluña”. Dice Ignacio Camacho que “los rebeldes tienen razón”, qué caramba. “Los ciudadanos saben”, porque los catalanes se han encargado de dejarlo bien clarito, “que el dinero que se otorgue de más a Cataluña no va a servir para sostener sus maltrechos servicios públicos sino para potenciar el delirio soberanista (…) Rajoy corre el riesgo de parece débil con quienes le desafían y duro con quienes le respaldan”. Y por si a alguien le queda duda, ya avisa ABC del talante democrático y conciliador del presidente. “Rajoy ha subrayado que al gobierno le gustaría llegar a un acuerdo, pero si este no se produce impondrá su voluntad sin dudarlo. Un aviso a navegantes”. Pues no les va a quedar más remedio que hacer lo que Cataluña y pasarse por el forro lo que diga el Gobierno. A lo mejor así les trata con más consideración.

“Agravio comparativo”, dice La Gaceta. “Malestar en la España autonómica ante la posibilidad de que a Cataluña se le permita un déficit mayor que al resto”. En el editorial les pone los pelos como escarpias a los barones rebeldes. “Es fácil equivocarse al enjuiciar el modo de conducirse de Mariano Rajoy, y tomar por abulia o apatía ese aparente dontancredismo con que obsequia a la parroquia”. Pero al lorito, que el tipo es de cuidado. “Cuando ha considerado que procedía tomar decisiones, lo ha hecho y a veces sin muchas contemplaciones”. Y pone el ejemplo de lo que le ocurrió a San Gil. “Los dirigentes autonómicos que ahora protestan deberían tener precedentes como este muy en cuenta”. Un sudor frío les debe estar corriendo por la espalda.

La Razón me convence de que lo que está haciendo Rajoy es una monstruosidad de las gordas. Ni a Marhuenda le parece bien. “Montoro busca compensar a las autonomías cumplidoras ante la presión de sus barones”. “El déficit a la carta ha levantado lógicas suspicacias en algunas comunidades. El gobierno se enfrenta a una labor de orfebrería financiera para, sin agravios y sin perjudicar a las comunidades cumplidoras, impedir que territorios en situación financiera extrema se colapsen. Hacienda está en ello”, intenta animar a los traicionados por Rajoy. “Lógicamente “ habrá “que compensar a los que hicieron los deberes”, dice. “Para unos solidaridad con las debidas exigencias; para otros justicia”. Rajoy, Rajoy, ¿qué has hecho? Que te quedas sin amiguitos.

Pero a Rajoy le ha salido un aliado inesperado. El País. “Los barones del PP se rebelan contra el déficit a la carta”. El periódico, que lleva meses sosteniendo que hay que arrastrarse ante Cataluña con tal de que no se vayan, intenta contarnos que lo del déficit a la carta es super guay. “Es una asimetría lógica e indispensable si se quiere que todos lleguen a buen puerto, porque las circunstancias, esfuerzos y puntos de partida de cada territorio no coinciden al milímetro”. “Algunos barones del partido del gobierno se incomodan ante este planteamiento. E incorporan al debate presuntos agravios comparativos o dimensiones políticas inconvenientes, a cuenta del debate sobre Cataluña” que no tiene naíta que ver, a quién se le ocurre pensar tal cosa. Hasta a mí se me han coloreado las mejillas.

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