Así 'fabrican' los militares españoles el nuevo Ejército de Mali

Sesenta kilómetros al noroeste de Bamako, aunque encuadrada en la mitad sur del país, se encuentra la pequeña localidad de Koulikoro. En construcciones de ladrillo de dos y tres plantas de altura y con instalaciones suficientemente espaciosas, se encuentra el campamento Boubacar Sada Sy, donde la Unión Europea entrena a los militares malienses y donde se encuentran destinados casi un centenar de militares españoles.

La misión EUTM Mali iba a consistir inicialmente en el adiestramiento de cuatro batallón de 720 militares malienses cada uno y se iba a prolongar durante dos años. Sin embargo, la Unión Europea y los países involucrados en la misión se comprometieron a alargarla otros dos años y entrenar a otros cuatro batallones malienses. Hasta la fecha se han formado a 2.880 militares y se hará lo propio con un número idéntico.

Desde el pasado mes de mayo, el contingente español de instructores está compuesto por militares de la Bandera de Infantería Ligera Paracaidista Roger de Lauria II y del Grupo de Artillería de Campaña de la Brigada Paracaidista. Junto a ellos, una decena de miembros del Grupo de Operaciones Especiales III del MOE. Son los encargadas de formar al quinto batallón de militares malienses que pasan por el centro de formación.

El programa de entrenamiento para las fuerzas malienses se prolonga durante 10 semanas, en las que se recibe instrucción de lunes a sábado al mediodía. Los primeros siete días sirven para valorar la capacidad de los nuevos alumnos y su nivel formativo. En las dos siguientes, se realizan dos semanas de instrucción militar general.

Acabado esta primera toma de contacto, comienzan las enseñanzas más técnicas. Durante cuatro semanas se instruye a los militares malienses por especialidades: infantería, unidades ligero-acorazadas, ingenieros, logística, tiradores de precisión, reconocimiento, control aéreo, primeros auxilios, transmisiones, desactivación de explosivos (IED), derecho internacional, artillería y morteros, y operaciones especiales.

Tras este periodo, llegan dos semanas en las que se lleva a cabo un adiestramiento interarmas a nivel compañía y, por último, realizan un ejercicio final a nivel batallón para poner a prueba todo lo aprendido. Finalizado este periodo de instrucción, son enviados al norte del país, donde deben entrar en combate con los yihadistas.

En lo que al día a día se refiere, el toque de diana en el campamento es a las 6:30 horas. En poco tiempo están ya realizando sus primeros ejercicios físicos y su clase diaria de defensa personal. Concluida la actividad física, sobre las 8:30 horas de la mañana, van todos en desbandada a desayunar.

Concluido el desayuno, toca el turno a la instrucción específicamente militar, dependiendo del cometido que vaya a cumplir en el batallón cada militar: desde el cálculo matemático para el disparo con morteros al ejercicio de asalto a viviendas, pasando por la navegación por GPS, conducción de vehículos 4x4, o ejercicios para aprender a desenvolverse en una emboscada.