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Aguirre saca los colores a Rajoy: "Claro que lo hemos hecho mal"

La presidenta del PP de Madrid ha insistido en que su partido puede hacer mucho más de lo que hace contra la corrupción.

La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, ha diferido hoy de las palabras de la secretaria general de su partido, María Dolores de Cospedal, sobre que esta fuerza política ha hecho todo lo que podía hacer frente a la corrupción, y ha señalado que aún hay "muchas medidas" que se pueden tomar.

En declaraciones a Telecinco, Aguirre ha señalado que es necesario tomar medidas y ha dado sus seis recetas, entre ellas acortar los procedimientos judiciales en los casos de corrupción, cambiar la ley de contratos, someter a audiencias públicas a los políticos que vayan a ocupar un cargo, hacer transparentes las donaciones a los partidos o hacer que los que roban dinero lo devuelvan, entre otras.

La presidenta del PP, que ha contestado con un "sí" a la pregunta de si cree que Mariano Rajoy es el mejor cabeza de cartel posible del PP para las próximas elecciones generales, ha indicado que ha intercambiado mensajes en los últimos días con el presidente del Gobierno en los que este estuvo "muy cariñoso". Aunque, eso sí, frente al discurso oficial de Rajoy y el partido exclamó: "¡Claro que lo hemos hecho mal!".

Sobre una hipotética candidatura a la Alcaldía de Madrid encabezada por ella, Aguirre ha apuntado que a los militares en la reserva -como ella misma se considera- se les llama en el "último minuto" y "si no hay más remedio". "Si hay que ir se va", le ha indicado entonces un periodista, a lo que ella ha contestado: "Exacto".

La "gran traición" de Granados

La presidenta del PP de Madrid también se ha referido a las consecuencias de la operación Púnica en su partido. Ha calificado de "gran traición" lo que le hizo el exconsejero Alberto López-Viejo, inmerso en la trama Gürtel, y lo que ha hecho "ahora" su también exconsejero Francisco Granados.

Tras calificar de "otoño terrorífico" el actual, por los sucesivos casos de corrupción, Aguirre ha asegurado que nunca tuvo conocimiento, ni de oídas, de los negocios turbios del que fuera su número tres. También ha recordado que lo destituyó hace dos años y medio, primero como consejero y después como secretario general del PP de Madrid.

Le retiró de esos cargos pero por "nada que tuviera que ver con la corrupción" sino porque pensaba que el secretario general "tenía que tener más dedicación al partido y no a sí mismo". La "gota que colmó el vaso" fue la filtración por parte de Francisco Granados de una medida que ella iba a anunciar.

Aguirre, de nuevo, no ha negado su porción de culpa por haber confiado en su día en Granados. "No niego la culpa in eligiendo pero yo no he robado, ni me he llevado un duro ni he enriquecido a familiares o amigos", ha declarado de manera rotunda.

La madrileña ha explicado que su primer gobierno lo diseñó con gente que conocía desde hacía 25 años pero también incluyó a otros como Francisco Granados. Lo hizo por ser alcalde de Valdemoro, un municipio del sur de la Comunidad donde el PP consiguió ganar por primera vez en uno de los feudos del hasta entonces conocido como 'cinturón rojo' de la región, y por su currículo, ya que contaba con una "espléndida formación" como analista de banca y "había ganado mucho dinero con eso".

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