La Associació de Municipis per la Independència (AMI) es el equivalente de la Udalbiltza del País Vasco, una red de ayuntamientos y cargos municipales que tiene como objetivo asentar las bases de la administración nada más proclamada la república catalana. Los ayuntamientos separatistas se consideran los cimientos de la independencia y trabajan activamente tanto para incumplir la legislación en materia de símbolos y banderas como en la promoción de entidades separatistas y de actos de desobediencia civil.
Junto a la Assemblea Nacional Catalana (ANC) forman la punta de lanza del proceso separatista que dirigen Artur Mas y Oriol Junqueras, Convergencia y Esquerra.
En la AMI hay ayuntamientos de todos los partidos, incluido el PSC, que también ha votado a favor de la participación en la entidad en municipios donde no gobierna. La presión separatista en los ayuntamientos es máxima y, por ejemplo, Castelldefels, arrebatada al PP por un pacto del resto de fuerzas (podemitas, de las CUP, de ERC, convergentes y socialistas) ya forma parte de los 720 municipios y 40 entes locales (consejos comarcales y diputaciones) de la AMI sobre el total de 947 poblaciones que forman la región.
Cataluña es "trabajo, ciencia y artes"
Los estatutos de la organización son una auténtico "argumentario" del nacionalismo, con la inclusión de todos los tópicos supremacistas y victimistas del catalanismo. Una de las muestras más destacadas de la superioridad separatista queda clara en una de las frases que se incluyen en esos estatutos: "Sabemos que, en Cataluña, el trabajo, la ciencia, las artes, el pensamiento siempre han estado en la vanguardia de la realidad y del sentimiento del pueblo, en contraposición a la dedicación de las élites españolas de habla castellana, dedicadas a la gran administración, el ejército y la judicatura".
Así pues, la división es evidente y mientras los catalanes están dotados de un espíritu sensible y un particular sentido del trabajo, las ciencias y las artes, el español es funcionario del Estado, militar o juez, un parásito que vive del erario expoliado a la laboriosa, productiva y moderna Cataluña.
El texto de la AMI suscrito por los alcaldes no tiene desperdicio en materia de odio a España y autoestima nacionalista, un compendio del "pensamiento" oficial dominante en el que Madrid es la metrópoli y los catalanes son un pueblo oprimido a quien no se aplica el derecho de autodeterminación universalmente reconocido. Así, se puede leer: "Conocemos que las estructuras de poder de las metrópolis no permiten fisuras legales en su seno que posibiliten a los pueblos a ellas sometidas manifestar de forma efectiva sus anhelos de libertad, por tanto, cualquier iniciativa, por pacífica que sea, debe ser ahogada con sentencias de tribunales encastados en las mismas estructuras, con iniciativas legislativas agresivas por parte de mayorías ajenas al pueblo y con actuaciones coercitivas del poder ejecutivo central".
Versos de Machado e historiografía catalanista
La concepción de España que rezuman los estatutos queda más en evidencia en dos párrafos en los que se utilizan un par de versos de Antonio Machado como prueba irrefutable de que el Estado es fruto de un castellanismo aberrante frente al que se resiste Cataluña. "Sabemos que la historia del Estado español -afirma la AMI- tiene una merecida fama alrededor del mundo proveniente de su intolerancia ante todo aquello que es su propia raíz cultural y nacional, en definitiva, de todo aquello que no es castellano. Desde el nacimiento de los estados modernos durante el Renacimiento, Castilla, núcleo básico de las Españas, 'Castilla hizo las Españas' dijo un poeta castellano, no ha sabido estar nunca en el lugar que le correspondía, tratando a los pueblos y naciones asociados o sometidos como a pueblos o naciones de segunda o tercera".
Y continúa en la misma línea: "Todos conocemos la historia que nos habla de guerras absurdas como las de Flandes, en la que España enterró vidas, fortuna y prestigio por nada, y a la que Cataluña se opuso de forma rotunda; nos habla de los anhelos conseguidos por Portugal; nos habla del trato recibido por las antiguas colonias de América, Asia y África: 'Castilla miserable, ayer dominadora, envuelta en sus andrajos desprecia lo que ignora', dice el mismo poeta. Y hoy el espíritu de España, que es del Castilla, continúa exactamente igual".
Los redactores del texto consensuado por los alcaldes no albergan la más mínima duda histórica. España es mala, un Estado negro y mezquino, castellano, que se opone a las ansias de modernidad de los catalanes. De esta forma, escriben: "Es de todos conocido que este mismo espíritu agresivo, excluyente e inquisitorial, apartó a España de las corrientes científicas, políticas y humanísticas que se desarrollaban en Europa y en América. Cataluña, sin embargo, continuó manteniendo su lengua, su cultura, su derecho, sus costumbres, sus instituciones y su conciencia nacional desde antes de la formación del mismo Estado español, dentro del cual Cataluña se ha encontrado incómoda y menospreciada, obligándola constantemente a luchar con armas diversas para mantener y hacer valer su ser y su identidad".
Saben quién ha ofendido a Cataluña
Más aún: "Todos conocemos el expolio fiscal histórico y el actual, sobradamente documentado, iniciado con Felipe V y que ha continuado a lo largo del tiempo sin interrupción, intensificándose cada vez más las campañas contra Cataluña -contra sus símbolos de identidad y contra su gente- en los medios de comunicación de ámbito español y en las declaraciones de los políticos, particularmente en cualquiera de las campañas electorales. De todo ello nos queda constancia documentada en las hemerotecas y archivos audiovisuales".
Frente a esa realidad oscura y retrasada de España, Cataluña es un paraíso según los alcaldes separatistas: "La nación catalana es una nación plena de riqueza en todos los ámbitos: riqueza natural, riqueza histórica y, por encima de todo, riqueza intangible que es la espiritual, la de nuestros valores. Estos caracterizan el alma del pueblo catalán: espíritu de esfuerzo, abierto, integrador, dialogante, educativo, sensato, pero también, de indignación y reactivo cuando precisamente nos hacen renunciar a nuestros ideales que en último término aspiran a horizontes comunes de nuestra nación a pesar de los horizontes particulares de cada municipio. Los valores transforma a los pueblos y se convierten en tangibles mediante la interacción con las instituciones. De estas, las instituciones municipales, la que residen en el corazón de cada municipio, se convierten en las más vivas, más directas, más cercanas a sus habitantes y, en definitiva, comportan que la fisiología de una nación sea aún más viva".
Autoritas y potestas. España ha muerto
Ante tal situación, los alcaldes se erigen en autoridades reales de la nación catalana: "El Estado español, caído en descrédito internacional, que organiza un referéndum para aprobar una constitución europea que no llega a ningún lugar, y que cambia la constitución propia por medios legales pero no morales, ha demostrado de forma sobrada que a pesar de disponer de la 'potestas' ya no tiene la 'autoritas'. En cambio, los ayuntamientos y sus alcaldes tenemos una potestad, en parte derivada, pero una autoridad bien ganada e incontestable: somos administración básica".
El contenido íntegro de los estatutos de la AMI se puede consultar en esta dirección. La Guerra de Sucesión es uno de los capítulos especiales, así como la cualidad "milenaria" de la nación catalana, razones para formar un Estado propio ante la situación cuasi bélica, un Estado catalán que "posibilite vivir en paz y haga posible el trabajo de nuestra gente sin ser expoliados ni expoliar".