"El otro día, en el debate, Pedro Sánchez quería derogar prácticamente toda la legislación vigente". La frase la ha pronunciado Albert Rivera en su primer mitin de campaña en Palma de Mallorca, ante más de mil personas que han abarrotado el Teatro Trui, un recinto que, según el líder balear de Ciudadanos, Xavier Pericay, "el resto de partidos del archipiélago no puede llenar". Rivera pasa así a la ofensiva después del debate organizado por El País, en el que sus más estrechos colaboradores reconocen que no se vio su mejor versión. "Tiene que ser más él" aseguran en referencia al debate que lunes, en Atresmedia, le enfrentará de nuevo al líder socialista y a Pablo Iglesias, y también a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
Antes de estrenarse como candidato presidencial "llevo un año haciendo campaña y aún no era candidato" subrayaba con sorna al principio de su discurso, el líder de Ciudadanos ha estado recluido en la isla, a la que llegaba en un vuelo a mediodía, para preparar con su equipo el debate del lunes. La apretada agenda del primer fin de semana de campaña (Tarragona, Zaragoza, acto del aniversario de la Constitución en Madrid y Barcelona en apenas cuarenta y ocho horas) obligaba a aprovechar las únicas horas disponibles para tal fin. A juzgar por lo visto en el primer mitin propiamente dicho de campaña, el más cuajado que ha protagonizado en el último mes, la puesta en común con sus más próximos, entre ellos su número dos José Manuel Villegas y su hombre para la comunicación, Fernando de Páramo, ha surtido efecto. Rivera, además de reprocharle a Sánchez su afán derogador, le ha recordado que "no todo vale para llegar al poder" y le ha afeado su política de pactos con los nacionalistas, que, asegura el líder naranja, el máximo mandatario del PSOE pretende ocultar enseñando banderas de España gigantes. Incluso ha arremetido contra los reclamos electorales de los socialistas, con quienes, según el CIS, estaría en la lucha por la segunda plaza. “Esta mañana he leído un cartel del PSOE en el que decían que quieren gobernar para su mayoría. Yo no, yo quiero gobernar para la mayoría de españoles, aunque no me hayan votado” ha afirmado entre aplausos del público balear.
Rivera tampoco ha dejado de lado sus críticas a Mariano Rajoy "yo no me conformo con un 21% de paro" y al PP en general, particularmente en un lugar como Mallorca, manchado por la corrupción de los Gobiernos de Jaume Matas. "No queremos la experiencia de los velódromos, sino la de los gestores de verdad, la de la gente que sabe lo que es levantar la persiana de un negocio, o que sabe lo que es sacarse una oposición" ha argumentado, en clara referencia al escándalo del Palma Arena.