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Primera discrepancia: Rivera quiere la investidura el 29, Sánchez el 8

El líder de Ciudadanos asegura ante su grupo que el plazo para cerrar el acuerdo con el PSOE se agota.

Pedro Sánchez y Albert Rivera. | EFE

En los círculos políticos de PSOE y Ciudadanos sólo se escucha una palabra: "difícil". Frente al optimismo de las últimas semanas, las reticencias empiezan a aflorar en las dos formaciones en las que están puestos todos los ojos del escenario político para poder formar Gobierno. La primera discrepancia ha surgido en torno a la fecha de la sesión de la investidura. En una intervención a la que ha tenido acceso Libertad Digital, Albert Rivera ha transmitido a su grupo parlamentario este miércoles su preferencia: quiere que sea el día 29 de febrero, apurando al máximo los plazos, y sin dar tiempo a las dos semanas que necesitaría Pedro Sánchez para celebrar su consulta a la militancia y el posterior comité federal al que se comprometió el 30 de enero.

Por este motivo, fuentes de la dirección del PSOE apuntan a una semana más tarde: del 1 al 8 de marzo. Ésta última sería la preferencia del candidato a la investidura, Pedro Sánchez, quien necesita de dos fin de semana consecutivos antes de la votación para cumplir con los compromisos internos: consulta a la militancia y comité federal.

La discrepancia en torno a la fecha no es la única, pero sí la primera que se constata en el marco de la ambigüedad en que se desarrollan las negociaciones. El pasado lunes, el PSOE rebajó notablemente su propuesta de reforma constitucional de corte federal para dejarla en una frase: "Avanzar en el Estado Federal siquiera mínimamente".

Una cesión en el marco de un cortejo en el que empieza a aflorar el nerviosismo porque el tiempo corre y no se producen avances de cara a un futuro pacto. PSOE y Ciudadanos se intercambian advertencias mutuas en las ruedas de prensa, y las caras de los miembros de la dirección de ambos partidos destilan cualquier cosa menos la claridad de ver que se dé a luz un acuerdo.

Lo que dice Rivera a puerta cerrada

En una reunión a puerta cerrada del grupo parlamentario de Ciudadanos, Albert Rivera les ha dejado claras dos cosas, y ninguna favorece el acuerdo con el PSOE, pese a que en público el portavoz parlamentario centrista, Juan Carlos Girauta, se esfuerza en valorar el acercamiento de los socialistas: "He hablado con gente muy seria, de cosas muy serias". De boca de su jefe de filas, treinta y nueve diputados naranja han escuchado que la fecha que prefieren para la investidura es el lunes 29 y que, consecuentemente, el acuerdo con el PSOE tendría que estar cerrado, según las palabras en privado de Rivera, "entre esta semana y la que viene. Es el plazo que nos tenemos que dar para saber si el PSOE va a apostar por un Gobierno constitucionalista".

El líder naranja les ha dicho también que "el tiempo que corre ahora es para Sánchez" aunque también les ha dejado claro que "todo esto es parte del teatro, pero es Patxi [López] el que decide". Al mismo tiempo, Ignacio Prendes, representante de Ciudadanos en la mesa, presumía del acuerdo final para el reparto de escaños en el hemiciclo, que baja del gallinero a Podemos: "Oigo que ha sido Sánchez el que lo ha logrado, y que sepáis que hemos sido nosotros".

Rivera también les ha transmitido a sus diputados su postura para relajar el cumplimiento de déficit, para que haya que cumplir con el 3% en 2017 y no este año. Una posición inspirada por Luis Garicano, quien, como les ha comunicado, defenderá esa postura este mismo jueves en Bruselas, junto a representantes del grupo ALDE, la familia europea de los liberal demócratas en la que se inserta Ciudadanos.

El mismo día Rivera se reunirá, más de un mes después de su último encuentro, con Mariano Rajoy en el Congreso y, les ha dicho a los suyos, hablará de esa relajación del cumplimiento de déficit, que Rivera atribuye al agujero en las cuentas públicas dejado por el PP. El presidente del grupo parlamentario naranja también ha destacado en la reunión interna como una victoria política la comparecencia de José Manuel García Margallo antes de la cumbre europea de final de mes: "Por lo menos hemos conseguido que lo que querían que fuera cuestión de un secretario de Estado sea de un ministro" ya que la idea inicial de Ciudadanos era pedir la comparecencia del propio presidente del Gobierno en funciones.

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