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La CUP propone a Otegi un frente común para dinamitar España

Los antisistema catalanes exigen a Junts pel Sí la ruptura en enero de 2017 y plantean a EH-Bildu una "confluencia".

Dirigentes d elas CUP | EFE

La Candidatura de Unidad Popular está dispuesta a lo que haga falta para romper con España y España. El primer punto de su programa es la desobediencia, encarnada en la alcaldesa de Berga (Barcelona), Montserrat Venturós, que este lunes se negó a declarar ante el juez por haber mantenido la estelada en la fachada del ayuntamiento durante las jornadas electorales del 27-S (autonómicas) y 20-D (generales). El segundo, forzar a Junts pel Sí para que a principios del próximo enero haga algún gesto de ruptura con el Estado y asuma la desobediencia radical a los tribunales. Y entre medias, forjar una coalición con Otegi, uno de los referentes de la formación catalana.

La CUP celebrará una "asamblea nacional" a finales de mayo, pero antes quiere montar una gran manifestación, prevista para el 7 de mayo. Con ello pretenden forzar a Junts pel Sí a cumplir al pie de la letra la resolución separatista conjunta del pasado 9-N, declarada ilegal por el Tribunal Constitucional y en la que se marcaba el plazo de 18 meses para la "desconexión" definitiva y la proclamación de la "república catalana".

No están dispuestos a ceder ni un milímetro, aunque este martes hayan aceptado la fórmula de "admisión a trámite condicionada" de su petición de que Junts pel Sí asuma la ruptura implícita en aquella moción, según informa el digital Crónica Global. De hecho, un documento de la CUP publicado en su página web insiste en que "si el 10 de enero de 2017 Junts pel Sí no ha hecho ningún paso claro en el camino hacia la ruptura, algo palpable que vire también el discurso público y político de contención (de la alianza entre CDC y ERC), la CUP debería organizar una conferencia nacional para iniciar el proceso de denuncia del fraude de los doce meses de gobierno de Junts pel sí y el inicio de un cambio de paradigma".

Apoyo condicionado a Junts pel Sí

Aviso a navegantes. El apoyo de la CUP está condicionado al cumplimiento de las soflamas de máximos que se pactaron para nombrar a un convergente, Carles Puigdemont, como presidente de la Generalidad. Caso contrario, "habrá que formalizar el final del acuerdo y explicar todos los puntos de incumplimiento de manera pública y transparente". Las condiciones son inequívocas y la legislatura autonómica podría tener un recorrido extremadamente breve.

En paralelo, la CUP pretende "seguir tejiendo complicidades en Euskal Herria con EH Bildu, siempre centradas en crear poder popular. A pesar de los resultados electorales del último año (de EH Bildu), la salida de la prisión de Arnaldo Otegi y el replanteamiento de su estrategia política continúan siendo bases para un proyecto político de futuro. En este sentido, la candidatura de Otegi a lehendakari en las elecciones de otoño puede cristalizar en la apertura de un frente independentista mayoritario que retroalimente el catalán y coloque al Estado Español en una posición de más blindaje político y aumento de la represión. La cuña vasca y catalana puede gestar un escenario propicio a nuestro objetivo de la independencia".

Radiografía de la ultraizquierda

El documento que la dirección cupera aprobará en su próxima asamblea no tiene desperdicio y es toda una radiografía de la ultraizquierda española y de sus planes para derribar al Estado. El "análisis" de los estrategas cuperos va más allá del caso catalán y describe la operativa municipal de la CUP, sus contactos con formaciones radicales del resto de España y sus proyectos de futuro.

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