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Jiménez Losantos da la clave de la bronca entre Pablo Iglesias y Errejón: 'cherchez la femme'

Podemos ha encontrado la forma de volver a los titulares: liarse a tortas entre ellos.

Podemos ha encontrado la forma de volver a los titulares: liarse a tortas entre ellos.
Errejón e Iglesias en el Congreso. | Flickr/Podemos/Dani Gago

El Mundo revela que "el Gobierno y el PSOE negocian medidas económicas urgentes". ¿Por lo bajini? ¿En hoteles retirados? Qué pícaros. A escondidas tengo que amarte, a escondidas como un cobarde, que diría Camilo Sesto. Aunque el tema del día, sin duda alguna, es la que han armado Iglesias y Errejón. "Iglesias y Errejón hacen pública su guerra por el control de Podemos". Ayer se liaron en Twitter a hostia limpia sobre si da más votos el miedo o la seducción. Pablo opina que dar miedo mola más y además se le da mucho mejor, y Errejón piensa que andar por la vida como un demente desatado puede inducir a la gente con dos dedos de frente a salir corriendo. Federico Jiménez Losantos dice que la rivalidad entre ambos no tiene nada que ver con la política, que no nos equivoquemos. Cuenta que el asunto "Pablojón", como lo ha bautizado, comenzó la noche en que "Pitita Maestre glosó las miradas lujuriosas" de Pablo Iglesias "al debutar como reportera en La Tuerka. Esa noche, en su cadena iraní, el Hombre, entornando los ojos, le respondió: 'Miradas lujuriosas, las que tú despiertas, Rita (…) La reporterita Rita cloqueó… y se fue con Errejón. Ahí, en ese coqueto nó-nó empezó la crisis de Pablojón, como la de Bran/gelina cuando la ex Aniston consoló, friendly vengativa, a Brad. Podemos va de Eisenstein pero no pasa de culebrón venezolano. Potemkin de Pasiones". Cherchez la femme, que dice Ussía.

El País abre con la última intervención de Obama en la ONU. "Obama advierte contra Trump en su despedida internacional". Hoy editorializa sobre Homs, siguiendo su costumbre de no dejar para hoy lo que puedas hacer mañana. Dice que la intervención de Homs fue "un espectáculo inaceptable", que "la debilidad e incoherencia de sus argumentos, como también el caso de su padrino Artur Mas, es mayúscula: ora justifica la desobediencia pero afirma en su defensa que nunca desobedeció; ora busca desacreditar al Tribunal Constitucional, pero suplica su ayuda para obtener grupo parlamentario o cualquier otra resolución favorable (...) Convergencia ha perdido completamente el norte". Ves, Mas, te lo dije. Por más vueltas que le deis al nombre seguiremos llamándoos Convergencia. Sobre la crisis podemita, dice que "Iglesias y Errejón llevan su batalla ideológica a Twitter" y no ve el lado pasional por ningún lado. "Asustar o seducir", he ahí el dilema. Iglesias se inclina por asustar, y vive Dios que lo borda. Lo de ayer con Feijóo fue antológico. "Nieve, nieve", decía en alusión a la cocaína. Como Monedero con Rivera. Se ve que dominan el temita y sus terminologías, saben de lo que hablan.

ABC también abre con la ONU pero con el Rey como protagonista. "El Rey espera 'diálogo' y 'sentido del deber' a 40 días de que expire el plazo de investidura". Bieito Rubido no desaprovecha la oportunidad de arrear un estacazo a Pedro Sánchez. "El tiempo pasa y España sigue con un gobierno en funciones por culpa única y exclusivamente de Pedro Sánchez", "el empecinamiento socialista nos conduce a unas terceras elecciones en diciembre". Sobre la guerra en Podemos dice que "Iglesias acusa a Errejón del millón de votos perdidos y revive la crisis interna". Jaime González flipó. "Iglesias y Errejón se enzarzaron sobre los efectos de la utilización del miedo como arma electoral. Pablo hizo un elogio del terror. Íñigo, que es menos gore, le replicó apostando por la seducción". Pero Pablo le dijo que a él le deje de mariconadas. Nos esperan días felices con Pablo suelto y sin medicación.

"Iglesias y Errejón: guerra abierta por controlar Podemos", deduce La Razón, que tampoco ve ninguna femme por medio. Marhuenda dice que esto no es nuevo, "lo novedoso de la refriega tuitera de ayer es que visualiza ya esa rivalidad de forma concluyente y pública". "Podemos y sus dirigentes han envejecido de forma súbita enredados en una auténtica guerra de banderías". Pues yo les veo de lo más lozano. En su opinión, este enfrentamiento "se dejará notar más pronto que tarde y, obviamente, también tendrá un peaje electoral". Ya, pero por el momento han logrado volver a ser el centro de la atención mediática. Hasta La Vanguardia abre con que "Iglesias y Errejón exhiben diferencias en plena campaña". ¿No será una estrategia para que los llame Ferreras?

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