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Una rabiosa 'Vanguardia' lanza basura contra la manifestación: "incidentes", "ultras", "golpes"

La masiva manifestación de ayer en Barcelona emociona a la prensa nacional y desata la ira nacionalista.

El Mundo: "No podrán dividir España". Cuenta Emilia Landaluce que "la marcha era muy diferente" a las Diadas de soldaditos bien adiestrados. "España no necesita a Kim Young-un", cada uno a su bola, "sin coreografías" y todo "espontáneo". Quedó demostrado que "lo único que los españoles hacen a la vez es comerse las uvas". Aunque no me entretengo en crónicas sobre lo ocurrido ayer. Para eso recomiendo leer en Libertad Digital a Olivia Moya y a Pablo Planas. Dice el editorial que fue la "rebelión cívica más emocionante de nuestra historia democrática" y se oyó "el clamor de la mayoría silenciada de los catalanes". Hola chicos, encantados de escucharos. Federico Jiménez Losantos echó en falta que "ni TVE ni TVColp3 pusieron helicópteros para grabar una concentración que superó a la de cualquier Diada y que había que mostrar a todo el mundo. Rindámonos, pues, a la evidencia: si el Gobierno oculta la mayor movilización de la Historia en defensa de España es porque Rajoy no está contra el golpe sino con él". Y por cierto, la peña "no estaba allí para que Borrell le vendiera su cava sino para escuchar juntos el Himno Nacional". Hay que tener valor, ponerse allí a suplicar por las empresas del cava. Para Santiago González uno de los momentos cumbre fue "el triple agradecimiento de Rivera a Puigdemont, a Junqueras y a la CUP por haber unido a los españoles. Era un démosle la vuelta a su miserable discurso: Puigdemont es una fábrica de españoles". Sí, estuvo ingenioso Rivera. Esperemos que no lo estropee. Habla Santiago de las manifas blancas para pedir diálogo con las que machaca La Sexta con un tufillo a podemita que espanta. "¿Por qué lo llaman diálogo cuando quieren decir negociación?". O rendición más bien. "Los delincuentes que gobiernan Cataluña harán su declaración de independencia (…) No son irresponsables, como decía Rajoy. Tienen una responsabilidad que está bien definida en el Código Penal. Ese es el ámbito del diálogo ahora mismo". Pepe García Domínguez opina que los golpistas "no conocen Cataluña. Si supiesen cómo es la Cataluña tangible, la efectiva que se extiende extramuros de su febril fantasía indigenista, nunca se habrían embarcado en ese crucero a ninguna parte con escala en Soto del Real (…) Ayer, por fin, se rompió el silencio. Lo forzó la gente. El golpe, sin embargo, sigue". Y seguirá mientras no se den de bruces con los barrotes de Soto del Real, como tú dices. Raúl del Pozo avisa de que "la comedia puede acabar en tragedia porque los nacionalistas han despertado a España", un pueblo con mucho genio. "España ha despertado cuando le iban a dar la puñalada por la espalda. Ya nadie tiene miedo a que le llamen facha si lleva una bandera de España". Puf, ¿y qué van a hacer los socialistas silentes y ausentes sin esa baza?

"Histórica manifestación contra el separatismo y por la Constitución", titula El País. El grado de miseria que anida en este periódico lo muestra el vergonzante artículo de Xavier Vidal-Folch, que en lugar de hablar de lo de ayer se dedica a sacudir el espantajo de las cargas policiales, con la "piel hendida por los sucesos del 1-O y la gestión de la carga policial". Destaca las palabras de Millo acobardado y exige que Zoido se sume "al discurso de Millo". Porque "al secesionismo le queda un clavo al que agarrarse: los efectos demoledores de las imágenes de los porrazos. Sin ellos, poco argumento quedaría", dice como un Ferreras cualquiera. Este artículo tiene su eco en la página 27 con una foto de hace una semana. Con esto ya quedan retratados Cebrián y su periódico. Del editorial, sólo mencionar que intenta restarle importancia a la calle. "La calle no puede imponer nada, salvo en aquellos lugares donde hay una insurrección podría justificarse porque no existe la democracia". Pues blanco y en botella, en Cataluña hay una insurrección de sus autoridades y no existe la democracia, se la cargaron pasándose el parlamento por el forro. ¿O es que ya no te acuerdas Cebrián de cuando pedías dureza contra los golpistas? ¿Cómo podrá mirarse al espejo este hombre cada día?

ABC cree que a buenos entendedores pocas palabras bastan y limita su titular a "Cataluña". Dice el editorial que lo de ayer "ofrece al gobierno y a los partidos políticos no nacionalistas una nueva legitimidad para llegar a acuerdos para frenar el proceso separatista", que "lo importante es saber qué van a hacer el gobierno, el PP, Cs y PSOE". Pues el PSOE ha dado una pista. Ayer no quiso ir a la manifestación para que no se le viera con PP y Cs, no fueran a llamarles fachas. Y hoy Pedro Sánchez va raudo y veloz a Barcelona para pedir diálogo, podemizado del todo. Isabel San Sebastián dice que "el pueblo y esta vez el rey han cumplido con creces su parte. Ahora le toca al gobierno y a la justicia poner fin a esta sedición antes de que sea tarde (…) Tiempo habrá después para hablar de lo que sea menester". Luis Ventoso hace la pregunta que nos hacemos muchos hoy. "¿Habrá dormido bien Sánchez esta noche tras la colosal felonía de dar la espalda a la marcha de ayer en defensa de su país?". Eso le dará igual, pero lo mismo le quita el sueño la cantidad de votos que ha perdido.

La Razón lanza un mensaje a los golpistas. "Escucha, Puigdemont: España somos todos". Bueno, él no. Dice el editorial que la Cataluña "silenciada tomó ayer las calles", que ese "éxito rotundo es precisamente porque ha surgido de las mismas entrañas del pueblo de Cataluña, sin ayuda ni colaboración alguna de los organismos oficiales y sin más logística que la que los propios participantes consiguieran aportar. Una movilización popular genuina, de ciudadanos libres, por encima de afinidades de partido y con la firme voluntad de reclamar la vuelta a la sensatez, que no es otra cosa que el respeto a las leyes". Fernando Rayón está optimista. "Todo empezó con el discurso del Rey. En él no se escuchó la palabra diálogo. Y no la pronunció porque ya no tiene sentido. Acto seguido, los principales bancos y empresas radicadas en Cataluña anunciaron su éxodo". ¿Todos? No, todos no, hay una empresa potente editora de La Razón que se llama Planeta con sede social en Barcelona que ha hecho mutis por el foro.

La Vanguardia dice que "el no a la independencia sale masivamente a la calle". La rabia que les embarga se deja ver en titulares y destacados. "Hubo algún incidente aislado, golpes a una furgoneta de los Mossos, y en la plaza Catalunya tras la manifestación". Artículo de Mayka Navarro. Página 22, enorme foto con una carga del 1-O, obedeciendo la consigna de que es lo único que le queda al separatismo. Francesc Marc Álvaro: "La manifestación de ayer, con ultras y demócratas, transmitió un mensaje conocido: '¡A por ellos!'". Antoni Puigverd: "La manifestación inspirada por la FAES". Destilan mala baba, les ha escocido. Eso es bueno.

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