Carles Puigdemont considera que su situación es perfectamente normal después de que el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena revocara la orden de detención europea contra el expresidente regional instada por la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela.
Tras la cálida acogida de las autoridades belgas, que proporciona al fugitivo la protección policial que se destina a las autoridades de paso por su territorio, Puigdemont quiere ampliar su radio de movimientos. Pretende demostrar que se puede desplazar sin problemas por los países de la Unión Europea en ausencia de una orden comunitaria de detención. Juega con los plazos burocráticos para reactivar el mandato judicial y considera que puede deambular sin problemas mientras no se mantenga muy alejado del santuario belga.
El plan de Puigdemont consiste en participar el lunes en un debate universitario en la capital danesa. Fue él quien se ofreció al departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Copenhague, según el director de dicho departamento, Mikkel Vedby Rasmussen. La convocatoria académica no especifica si Puigdemont intervendrá de forma presencial o telemática, tal como pretende ser investido. Ha sido el entorno del prófugo quien ha deslizado la posibilidad de un viaje relámpago para burlarse del Gobierno. La charla está programada a las dos de la tarde del lunes. La diputada de la candidatura de Puigdemont Elsa Artadi ha informado de la pretensión del expresidente y ha teorizado sobre la libertad de movimientos de su líder tras la retirada de la orden internacional.
El centro universitario ha mandado una invitación al acto, titulado "¿Cataluña y Europa, una encrucijada para la democracia?", a la embajada española en Dinamarca, que no tiene previsto enviar ningún "observador".