Los grupos separatistas del Parlament han vuelto a la casilla previa a la disolución de la cámara vía artículo 155. La mayoría nacionalista en la mesa ha dado curso a las enmiendas de la CUP a una propuesta de resolución de Junts per Catalunya, la formación del fugado Puigdemont, en las que se aboga por ratificar la proclamación de la república y empezar a "implementarla".
El texto inicial de los "junteros" para "legitimar" a Puigdemont era demasiado autonómico y tibio para los cuperos. No había alusiones al "mandato democrático" del 1-O ni a la declaración de independencia, por lo que han presentado unas enmiendas plenamente republicanas que los miembros separatistas de la mesa encabezados por el presidente de la cámara, el republicano Roger Torrent, no han tenido inconveniente en tramitar a pesar de las advertencias de los letrados.
La Fiscalía "estudia" el caso
La Fiscalía ya ha anunciado que estudia las "posibles implicaciones penales" de la admisión a trámite de unas enmiendas incendiarias "cuya ilegalidad manifiesta no puede ser desconocida por quienes la promueven o apoyan". En una nota emitida anoche, la Fiscalía subraya "la extrema gravedad de tal iniciativa y su total y absoluta oposición al ordenamiento jurídico y a las resoluciones reiteradas del Tribunal Constitucional" y añade que "seguirá promoviendo cuantas acciones sean procedentes para preservar el orden constitucional y para perseguir las conductas delictivas en que pudiera incurrirse".
Advertencias en saco roto
En la reunión de la mesa, las advertencias de los letradossobre la ilegalidad que se pretende perpetrar en el pleno de este jueves cayeron en saco roto. Los miembros separatistas del órgano rector del Parlament adujeron que a ellos todavía no se les ha requerido judicialmente y que no van a impedir que se debata de todo. Línea Forcadell para otro choque que es la reposición de las sesiones golpistas del 6 y 7 de septiembre y 8 y 27 de octubre.
Horas antes del anuncio de la Fiscalía, el Gobierno anticipó que la abogacía del Estado se había puesto manos a la obra para analizar las responsabilidades de Torrent y los miembros de la mesa y recordaba que el 155 estará en vigor hasta que no haya un "president" "elegido conforme a la ley y el reglamento del Palament".
"Espacio libre de Bruselas"
En paralelo, los partidos separatistas siguen preparando los fastos de Puigdemont en Bélgica. Trabajan en la constitución de un "espacio libre de Bruselas" en el que habrá una "asamblea de representantes de la república" compuesta por cargos electos que elegiría un "consejo de la república" presidido por el fugado con tres miembros de su partido, tres de ERC y uno de la CUP. La astucia consiste en desvincular jurídica y económicamente a la Generalidad del sostenimiento de la corte paralela de Waterloo, una réplica de la Generalidad con los cometidos de representar internacionalmente al estado catalán y guiar la acción política del ejecutivo "legal" de Barcelona, una gestoría al servicio de la república.
El propósito de Junts per Catalunya y ERC es solventar el asunto de la legitimidad de Puigdemont en el pleno de este jueves para proceder al nombramiento del presidente del "consejo de la república" durante el fin de semana y proponer la investidura de Jordi Sànchez, si bien en las últimas horas aumentan las dudas sobre si el preso preventivo está dispuesto a encabezar ni siquiera simbólicamente el nuevo plan golpista.
Reiteración delictiva
El separatismo se ha reactivado, ha vuelto a protagonizar incidentes en las calles. Los desplantes de Colau y Torrent al Rey fueron el pistoletazo de salida de la nueva fase del golpe en el que el pleno de este jueves puede ser un episodio de mayor envergadura si ERC y los afines a Puigdemont se pliegan definitivamente a la CUP y votan sus enmiendas. En ese caso, los imputados por el referéndum del 1-O que retienen sus actas de diputados incurrirían en una nada simbólica reiteración delictiva.