El Mundo dice que "Puigdemont designa a un títere para continuar con su rebelión", un "ultra conocido por sus insultos a España". Estará contento Rajoy, volvemos a la normalidad. Francisco Rosell destaca del curriculum del nuevo energúmeno que llevará las riendas del desastre catalán que es un "separatista de acreditado fanatismo", con pedigrí, vaya, "un alter ego de Puigdemont, tan radical como él, es decir, impermeable a la sensatez y alérgico al cumplimiento de la ley". "La opción más hooligan". Qué travieso es nuestro Puchi. Federico Jiménez Losantos comenta la "escalofriante escena sadomaso en el Congreso" con Catalá "a los pies de Irene Montero" asumiendo una reforma de la Justicia bajo "una perspectiva de género". "Sometiéndose a la izquierda totalitaria, Catalá quiere liquidar el Estado de derecho, basado en la igualdad ante la ley, y volver a la Edad Media, cuando se juzgaba por tribunales según religiones; a un islamismo con el que paga el programa del Gran Azotador, donde basta una denuncia para lapidar a quien sea. Si es de género, no será Justicia. Si es Justicia, no será de género".
El País se larga de España en su apertura y deja una columnilla para anunciar la buena nueva. "Puigdemont elige sucesor a Torra, pero le prohíbe usar su despacho". Un crack, este Puchi, el puto amo como dice Rahola. El perrillo que se ha buscado el president en el exili es "un independentista convencido radical y militante" y será "completamente fiel". A Carles Geli, que le hace el perfil, le cae chachi piruli el talibán. "Quienes le conocen coinciden en hablar de un personaje educado, con un punto british", dice. Por finuras como que "el fascismo de los españoles que vienen a Cataluña es infinitamente patético, repulsivo y borde", creo que lo dice. British total, cierto "Sabe escuchar, si bien es irreductible en lo que a sus convicciones independentistas se refiere". Quién no tiene algún defectillo, hombre, sus pequeños vicios. A este le pierde el supremacismo, qué se le va a hacer. "Culto, creativo" y "con sentido del humor". Hombre, eso está bien, al menos nos vamos a partir de la risa con él, no como Puchi, que parece un sepulturero.
ABC dice que "Puigdemont entrega Cataluña a su hombre de paja". Bieto Rubido se huele jolgorio. "El caos está garantizado" con este "xenófobo" al mando. "Amenazan días de furia", vamos, la normalidad que tanto ansiaba Rajoy. El editorial aconseja al Gobierno estar alerta. "El Estado debe seguir vigilante para proteger los derechos y libertades de millones de catalanes". Pobriños los tabarneses, como les tenga que proteger Rajoy lo llevan crudo.
La Razón dice que "Puigdemont unge al títere Torra para repetir elecciones". ¿Repetir elecciones? No se lo creen ni ellos. Para ver qué tal le ha sentado a Rajoy que le haya birlado a su Artadi vamos al editorial. "Supone una pésima noticia", "demuestra la voluntad del separatismo catalán de mantener la confrontación con el Estado". El perrillo de Puchi da "muestras de fanatismo y radicalidad rayanas en la obsesión xenófoba". "Nos aguardan largos meses de incertidumbre y tensión". Pues la normalidad, presidente, la anhelada normalidad en Cataluña. "Supone un portazo y un desprecio a las ofertas de diálogo y colaboración de Rajoy". Ohhhh, pobre Mariano, Puchi el travieso le ha vuelto a tomar el pelo, con lo bien que se está portando con el forajido, por qué no Elsa, Puchi, por qué.
La Vanguardia lleva un titular creativo. "Puigdemont designa al activista Torra como president 'interior'". ¿Por qué tienen esa manía los catalanes de comerse la última letra? Francesc Marc Álvaro compite con El País en su perfil del talibán racista. "De talante cordial y amable, sus formas tienen un querido punto vintage". British, vintage, qué hombre tan original. Para hacernos una idea de cómo andan las cabezas en ese todavía punto de España, destacar algunas frases del editorial. "El hecho de que se haya dejado de proponer a candidatos inviables" lo del fulano este "es ya un avance digno de aplauso". Vamos, para abrir el cava. Y nos cuenta cómo va a funcionar ahora la cosa catalana. "El nuevo presidente será responsable de la gobernación interior de Catalunya, mientras que operará, probablemente allí donde esté Puigdemont, un consell per a la República. Todo ello, en un periodo definido, de nuevo según Puigdemont, por la provisionalidad. La tarea de Quim Torra no será fácil, pero sí apasionante". Bueno, más que apasionante esto va a ser la bomba, nos lo vamos a pasar como los indios. ¡Viva la normalidad!