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Torrent amenaza con sanciones a los diputados si continúa el circo del 'Parlament'

Reúne a todos los grupos, salvo la CUP, para intentar llegar a un acuerdo que evite los enfrentamientos de índole personal.

Reúne a todos los grupos, salvo la CUP, para intentar llegar a un acuerdo que evite los enfrentamientos de índole personal.
Torrent en un reciente homenaje a Forcadell | EFE

El presidente del Parlament de Cataluña, el republicano Roger Torrent se ha encerrado con representantes de todos los grupos parlamentarios, salvo la CUP, para intentar frenar la escalada de tensión, insultos, descalificaciones y menosprecios en la cámara catalana. La falta de actividad legislativa concreta y el hecho de que la mayoría de los debates giren en torno al proceso separatista están detrás de unas turbulentas sesiones.

En el último pleno, el presidente de la Generalidad, Quim Torra, acusó a los miembros de la oposición de falta de humanidad por no visitar a los presos y dijo que el dirigente socialista Miquel Iceta chorreaba cinismo. También hubo enfrentamientos de republicanos con diputados de Cs en un clima definitivamente enrarecido desde las sesiones del 6 y 7 de septiembre del año pasado, cuando los grupos separatistas aprobaron las "leyes de desconexión".

La actual legislatura sigue por los mismos derroteros y el presidente de la cámara no da abasto para contener las acometidas filibusteras desde sus propias filas. La falta de respeto de Torra por las normas (se negó a replicar a los grupos tras un mitin sobre sus compañeros presos y prófugos) y la inexperiencia en lides parlamentarias de muchos de los diputados de la cuerda separatista han agudizado los espectáculos, con plenos aplazados, interminables reuniones de la mesa y broncas entre los socios de gobierno por la delegación de votos de los procesados por el golpe de Estado.

Cartas de queja

En ese contexto, Torrent recibió cartas de queja de los grupos de JxCat, que aseguran que se falta al respeto a Torra al llamarle "supremacista" y del PSC y Ciudadanos, que consideran que en las intervenciones de las bancadas nacionalistas se utilizan expresiones dirigidas a la oposición que podrían ser constitutivas de un delito de odio. Se refieren a la recurrente utilización por parte de diputados de JxCat, ERC y la CUP del término "fascista".

La respuesta de Torrent fue la convocatoria de la reunión. Desde la diez y media de la mañana permanecen reunidos en el Parlament el presidente de la cámara, el vicepresidente Josep Costa, de JxCat, Sergi Sabrià, de ERC, Eva Granados, del PSC, Susana Segovia, de los podemitas, Marina Bravo, de C's y el popular Santi Rodríguez. En la CUP se han negado a asistir con el argumento de que el deterioro institucional y de las relaciones entre diputados de signo contrario no se tendrían que debatir ni solucionar a puerta cerrada, sino en pleno

Torrent pretende llegar a un acuerdo para restaurar la cortesía parlamentaria y considera que la vehemencia no está reñida con la educación, pero la suya es una mediación de parte con el sesgo de que en toda la legislatura ha favorecido los intereses de los grupos nacionalistas y permitido todos los excesos reglamentarios y procedimentales de los diputados del grupo de Puigdemont. Ahora, el presidente de la cámara amenaza con aplicar el régimen disciplinario la próxima vez que se vuelva a producir un altercado en el pleno.

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