El líder de ERC en prisión preventiva, Oriol Junqueras, y el exconsejero catalán Raül Romeva han sido los primeros en aprovechar el whatsapp del portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó para mover ficha e intentar apartar al magistrado, Manuel Marchena del juicio por el 1-0 que arrancará previsiblemente en el mes de enero. Para ello, su defensa ha presentado este martes ante el Tribunal Supremo un escrito en el que piden directamente su recusación.
Marchena seguirá siendo el presidente de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo que enjuiciará a la cúpula separatista acusada de un delito de rebelión y los independentistas han aprovechado la coyuntura para tratar de impedirlo. En el escrito de 8 folios, la defensa de Junqueras y Romeva justificaba esta petición por "falta de imparcialidad y ante la existencia de un acuerdo político" entre el PP y el PSOE para "cocinar" la nueva estructura del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) con Marchena como presidente.
Refiriéndose en varias ocasiones al chat del senador del PP –"el whatsapp de la vergüenza"–, el abogado de los dos dirigentes de ERC hace especial hincapié en que ese acuerdo entre los dos partidos esconde "la intencionalidad de controlar políticamente y afectar tanto al Supremo como a la Audiencia Nacional con el fin último de, a través de tales nombramientos, controlar el resultado y el sentido de los procedimientos tratados en estos tribunales".
Según la defensa de Junqueras y Romeva, el whatsapp de Cosidó atribuye a Marchena "características personales vinculadas a una determinada orientación política que hacen dudar" de que el juicio por la celebración de la consulta ilegal del 1 de octubre "vaya a celebrarse con todas las garantías".En conclusión, a Marchena le consideran "protagonista" de una candidatura "teñida de un escándalo mayúsculo" y creen que no puede mantener su sillón en la Sala de lo Penal estando bajo la sospecha de seguir consignas políticas.
Petición de recusación a la que se han sumado después el líder de Òmnium en prisión preventiva, Jordi Cuixart, que a través de un comunicado ha asegurado que ha quedado acreditado que el proceso judicial contra la cúpula separatista "no tiene ninguna garantía" y que "la causa debería ser sobreseída y todos los presos independentistas ser puestos en libertad". Las defensas de Josep Rull, Jordi Turull y Jordi Sánchez también lo han solicitado además de volver a reclamar que el juicio se celebre en Cataluña.