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Puigdemont torpedea la mesa de Sánchez e Iglesias con la figura del relator

El prófugo insiste en el mediador para que haya una negociación "de igual a igual" y se llegue a "acuerdos de verdad".

Pablo Iglesias y Carles Puigdemont | EFE

El prófugo Carles Puigdemont no se fía del Gobierno de España y considera "fundamental" que la mesa de diálogo entre el Ejecutivo de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias y el Govern cuente con la figura de un mediador que certifique los contenidos de las negociaciones. Según Puigdemont, "si se quiere llegar a acuerdos de verdad es necesaria la figura de un relator que acredite fehacientemente de lo que estamos hablando".

Para el expresidente de la Generalidad, el mediador es una condición imprescindible para emprender las negociaciones entre otras razones porque fue la causa por la que el Gobierno español se levantó de la mesa en Pedralbes, siempre según la versión de Puigdemont.

El dirigente separatista ha asegurado a las puertas del Parlamento Europeo que los acontecimientos de octubre de 2017 y "especialmente en los días previos al 1 de octubre nos aconsejan fervorosamente que no nos fiemos del Gobierno español". "La experiencia, la prudencia y el hecho de buscar eficacia en estas conversaciones –ha añadido el fugado– nos aconseja que aquello que defendimos ante el Gobierno español, y el Gobierno español no aceptó, lo mantengamos ahora porque sería lo más útil para llegar a acuerdos de verdad".

Puigdemont se ha mostrado abierto a aceptar que sea el Gobierno quien proponga el nombre del mediador. "Para nosotros no sería un problema quién pudiera ser", ha apuntado tras reiterar que esa figura forma parte inexcusable "de una negociación del nivel que queremos los catalanes con el Gobierno, una negociación de igual a igual en la que las dos partes se respeten mutuamente".

Discrepancias entre separatistas

El relator es uno de los motivos de discrepancias entre ERC y el partido de Puigdmeont, Junts per Catalunua (JxCat), aunque los republicanos apostaron por esa condición en una reunión previa de los partidos separatistas para abordar la negociación con el Gobierno. Ahora, ERC es contraria a condicionar la mesa a esa figura, al igual que el PSC y los "comunes" (la versión catalana de Podemos) con el argumento de lo importante es comenzar la negociación cuanto antes. Esta semana se volverán a reunir los partidos separatistas para fijar la composición de la delegación del Govern y si se mantiene la exigencia del relator y todo apunta a que Puigdemont y en consecuencia Torra no se apearán de esta condición.

Por su parte, los republicanos han pedido este lunes a JxCat que deje de atacarlos y que cese la "espiral de reproches" de la que son objeto por parte de los posconvergentes. Según la portavoz de ERC, Marta Vilalta, en JxCat "se han puesto el chip de campaña" y sus ataques debilitan el independentismo.

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