Marta Pascal, exdirigente de las juventudes de Convergencia, excoordinadora general del PDeCAT y exsenadora (abandonó el puesto el pasado febrero) se marcha del partido. La única política del entorno nacionalista que se enfrentó directamente a Carles Puigdemont abandona la formación heredera de Convergencia para recalar en el Partido Nacionalista Catalán (PNC), las nuevas siglas del grupo de Poblet, una alternativa nacionalista, pero contraria al unilateralismo.
Contra lo que cabría colegir, Pascal, que comulgó sin problemas con el referéndum ilegal del 1-O, no discrepó de Puigdemont por el tono y ritmo separatista del nacionalismo, sino porque el prófugo era contrario a apoyar la moción de censura que terminó con la presidencia de Mariano Rajoy y dio órdenes estrictas para que el grupo parlamentario del PDeCAT se abstuviera. Sin embargo, Pascal, que había mantenido reuniones con Rubalcaba previas a la moción de censura, protagonizó una arriesgada maniobra consistente en convencer a los diputados nacionalistas de que el expresidente catalán era partidario de aupar en la presidencia a Pedro Sánchez. El puenteo le dio resultado, pero fue el principio del fin de su historia en el partido de Puigdemont, que le puso la proa.
Dadas las circunstancias, Pascal, junto a otros diputados nacionalista como Carles Campuzano y Jordi Xuclà, alentaron la constitución del grupo de Poblet, una reunión de académicos, empresarios y "víctimas" políticas de Artur Mas y Puigdemont, que sentó las bases de la constitución de un nuevo partido nacionalista catalán que se inspirara en el PNV.
El PNC tiene la intención de presentarse a las próximas elecciones autonómicas en coalición con "Units per Avançar", los restos de Unió ahora integrados en el grupo del PSC en el "Parlament".