La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha sacado adelante sus presupuestos con una amplia mayoría: 30 de los 41 concejales que conforman el consistorio. Su grupo, Barcelona en Comú (10 ediles), más el PSC (8), ERC (10) y BCN Canvi (Manuel Valls y Eva Parera) han votado a favor mientras que el PP (Josep Bou y Óscar Ramírez) se han abstenido. En contra han votado los cinco concejales de Junts per Catalunya (JxCat) y los cuatro de Ciudadanos.
El presupuesto municipal de Barcelona será de 3.253,3 millones de euros, unos 200 más que en 2020. La previsión es que el gasto corriente supere los 2.400 millones de euros. En cuanto a las inversiones, se destinarán 800 millones que incluyen buen parte las obras pendientes paralizadas por la pandemia del coronavirus.
El Ayuntamiento incrementará su deuda en 150 millones para hacer frente a la crisis desencadenada por el coronavirus. El republicano Ernest Maragall asegura que ha pactado el destino de 300 millones con la alcaldesa. El PP, por su parte, asegura que el equipo de gobierno ha aceptado la mayoría de sus alegaciones, relativas a la concesión de ayudas a los sectores más castigados por la pandemia, el incremento del fondo para la infancia, la rebaja del IBI para las familias numerosas. También se apunta en el grupo municipal que se ha votado en contra de las ordenanzas fiscales.
El jefe de filas del PP en el Ayuntamiento, Josep Bou, ha destacado por acentuar su perfil frente al del partido y cobró notoriedad por sumarse a la tesis nacionalista de que Cayetana Álvarez de Toledo no era la candidata más adecuada para presentarse al Congreso por Barcelona porque no habla catalán.
Fuentes del grupo municipal del PP han asegurado que la inédita decisión de abstenerse tiene el visto bueno de la dirección del partido que dirige en Cataluña Alejandro Fernández.