Euforia en Moncloa por una carta de Oriol Junqueras en la que en vez de proponer que se metan los indultos por donde les quepan (cómo declaró en una entrevista en octubre de 2019) saluda la medida de gracia en estos términos: "Hay gestos que pueden aliviar el conflicto". También se subraya en las extensiones mediáticas del Gobierno que por primera vez hay un atisbo de autocrítica en el independentismo. La carta, publicada en la web de La Sexta y en el diario catalán Ara, lleva por título "Mirando al futuro" y coincide con el encuentro en Barcelona entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalidad, Pere Aragonès, presentes en la entrega de una medalla de la patronal Foment del Treball al editor de La Vanguardia, Javier Godó.
"Comienza a andar una nueva Generalidad republicana" es la primera frase de una misiva que ahonda en las teorías habituales de ERC. El partido de Junqueras se ha distinguido del de Puigdemont en haber descartado la vía unilateral justo después del golpe de Estado. También insiste en que hay que ampliar la base del independentismo y en que la independencia se debe conseguir a través de un referéndum pactado con el Gobierno bajo el modelo escocés.
La novedad es un más que modesto apunte autocrítico al que se aferra Moncloa como si fuera un gesto de arrepentimiento del líder golpista: "Fue evidente que la reacción del Estado (el 1-O) fue percibida por gran parte de la sociedad catalana como cada vez menos legítima y alejada de principios democráticos. Pero al mismo tiempo, debemos ser conscientes de que nuestra respuesta tampoco fue entendida como plenamente legítima por una parte de la sociedad, también de la catalana".
Sin embargo, ese reconocimiento del rechazo de una parte de la sociedad catalana no le impide a Junqueras llegar a las mismas conclusiones de siempre, la supuesta necesidad de un referéndum de autodeterminación que, asegura, defiende tres cuartas partes de la población catalana. Según Junqueras, se trata de un consenso que no se puede negar: "No podemos negar la realidad, nadie. No podemos actuar como si estos consensos no existieran. Nadie".
La "vía escocesa"
También afirma que "no queremos formar parte de un estado donde persisten estructuras que sirven para perseguir a los adversarios políticos, donde hemos de acatar leyes que nos parecen profundamente injustas y arbitrarias, que tipifican como delitos comportamientos que son plenamente democráticos y no deberían ser delictivos". La "solución" para Junqueras es la "vía escocesa", "la vía del pacto y el acuerdo, la vía del referéndum acordado. Es la opción que genera más garantías y reconocimiento internacional inmediato. Porque sabemos que otras vías no son viables ni deseables en la medida en que, de hecho, nos alejan del objetivo a alcanzar".
Acto seguido descarta la unilateralidad y aboga por el diálogo: "Nunca renunciaremos al diálogo ni a la negociación. Sería una ingenuidad creer que el diálogo político con el estado dará frutos tangibles de forma inmediata, pero creer que podemos prescindir de él sería una irresponsabilidad carísima. Por mucho que se critique y se ridiculice, la mesa de diálogo y negociación entre gobiernos es un éxito en sí misma porque abre un espacio para la potencial resolución del conflicto".
En cuanto a los indultos, Junqueras insiste en pedir la amnistía porque "la cuestión no termina ni con los exiliados ni con los presos y presas políticas, sino que hay que hacerla extensiva al resto de las 3.000 personas que sufren causas judiciales". No obstante y de manera elíptica afirma sobre los indultos que "hay gestos que pueden aliviar el conflicto, paliar el dolor de la represión y el sufrimiento de la sociedad catalana, y cualquier gesto en la línea de la desjudicialización del conflicto ayuda a poder recorrer este camino". "Es el momento de que el gobierno español demuestre su compromiso con la reconciliación, el diálogo, y la negociación, mirando al futuro" concluye una misiva que Moncloa vende como un cambio de guion y un giro copernicano en ERC en el contexto del debate sobre los indultos.
La gran novedad del texto es que Junqueras adopta su versión "cristiana" y no se expresa con desprecio ni sobre los indultos ni sobre esa parte de la sociedad contraria al separatismo que dice reconocer para acto seguido imponerles un referéndum.
Encuentro de Sánchez y Aragonès
La carta ha coincido con la visita de Sánchez a Barcelona para asistir a un homenaje al conde de Godó organizado por la patronal catalana Foment del Treball. Ahí ha coincidido con Pere Aragonés. Se han saludado con el puño y sin intercambiar palabra en una escena que los presentes han calificado de fría. Ambos vendieron el pasado viernes una conversación de cuarenta minutos como un claro gesto de distensión entre Moncloa y Generalidad tras años de incomunicación absoluta con Quim Torra. En ese "encuentro" telefónico pactaron que Aragonès acudirá a la Moncloa antes de que termine este mes a fin de reactivar la mesa de diálogo entre Gobierno y Generalidad que tanto pondera Junqueras en la carta.
Discurso de Sánchez en Barcelona
En el acto en el que han coincido, el 250 aniversario de Foment y el homenaje a Godó, Pedro Sánchez ha hablado para poner el broche en el evento y ha asegurado que "hemos logrado superar todos los obstáculos que se han producido en este tiempo" y que "sólo quedan 72 días para alcanzar la inmunidad de grupo". También ha glosado la antigüedad de Fomento y la trayectoria de los Godó.
En cuanto al contencioso político en Cataluña, ha asegurado que "estamos en un momento ineludible para encontrar una solución a los problemas que comprometen el éxito de nuestra sociedad, debemos ser generosos y responsables, debemos dejar atrás esa dialéctica estéril de los unos y los otros. No busquemos revanchas, sino soluciones, con pragmatismo. Hemos de construir un nuevo nosotros".
Sánchez habló además de su plan hasta 2050 y en un guiño a la concurrencia dijo que "necesitamos la mejor versión de Cataluña para liderar la modernización de nuestro país, como siempre". De vuelta a la política, aseguró que se deben abandonar los "dilemas estériles" y abrazar un "futuro compartido". "Hay que dar pasos que nos permitan avanzar, debemos tener valentía y sentido de la ejemplaridad" concluyó Sánchez.
Antes que Sánchez habló Aragonès, que insistió en que en Cataluña hay "presos políticos" en alusión a sus jefes golpistas. También habló de la necesidad de abrir una "nueva etapa política". "Hay que superar el bloqueo, debemos ponernos al lado de las soluciones. Defenderemos nuestras propuestas, el Estado, las suyas, pero la responsabilidad de todos es buscar caminos para encontrar soluciones", dijo el presidente autonómico.