El diputado de Ciudadanos Nacho Martín Blanco es junto con Ignacio Garriga, el líder de Vox en Cataluña, uno de los objetivos prioritarios de las invectivas, diatribas y desmanes de la presidenta del Parlament, la neoconvergente Laura Borràs. La dirigente separatista ejerce su cargo de manera muy peculiar, según Martín Blanco de forma "despótica, autoritaria y arbitraria". Sabe de lo que habla porque ha tenido que aguantar que Borràs le cortara el micrófono cada vez que la criticaba.
Pero ese comportamiento impropio de Borràs no se circunscribe sólo a los diputados de la oposición. Martín Blanco asegura que el objetivo de fondo es "erigirse en una especie de contrapoder de Pere Aragonès", el presidente de la Generalidad. En declaraciones a la agencia Efe, el diputado liberal ha abundado en que Borràs "hace su propia campaña para laminar públicamente al president" y en que lleva a cabo un "ejercicio absolutamente arbitrario del cargo porque pretenden erigirse en oposición en la sombra de Aragonès y de hecho, en muchas de sus últimas intervenciones ha criticado las acciones del Govern".
Además de estas maniobras para erosionar a Aragonès y sentar las bases de la próxima campaña, en la que Borràs aspira a volver a ser la candidata de Puigdemont, la dirigente separatista también se distingue, a juicio de Martín Blanco, por hacer supuestas declaraciones institucionales desde su poltrona que no están avaladas por los grupos y que son "soflamas políticas" o "arengas patrioteras".
También ha destacado que Borràs está cronificando ese tipo de actitudes y que "no entiende que la presidencia del Parlament debe ser absolutamente neutral porque nos representa a todos, diputados y ciudadanos". En cuanto al expediente judicial de Borràs, con una causa abierta en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) por corrupción, Martín Blanco ha destacado que es "ridículo" que la dirigente de JxCat trate de pasar por una represaliada política. A Borràs se le acusa de haber otorgado subvenciones a un amigo de manera irregular cuando presidía la "Institución de las Letras Catalanas" en una investigación que iniciaron los Mossos d'Esquadra.
Llamamiento a Sánchez
Aragonès, por su parte, trata de permanecer al margen de las críticas procedentes de personajes como Borràs y otros dirigentes de JxCat y defiende a capa y espada el diálogo con el Gobierno. En declaraciones a un grupo de periodistas este viernes, ha asegurado que "ningún independentista debería tener recelos ante la oportunidad de defender delante del Estado la autodeterminación y la amnistía". Según Aragonès, la mesa de diálogo es un camino hacia la autodeterminación y ha anunciado que él mismo presidirá la delegación del Govern en la primera reunión, prevista para la tercera semana de septiembre. Además, ha pedido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que haga lo propio y participe en ese encuentro, que es, según el segundo de Oriol Junqueras, "la negociación más difícil de la historia de Cataluña de las últimas décadas".