
La fiscal general del Estado, Dolores Delgado, se ha asegurado el "control remoto" de las causas judiciales contra el Gobierno de Pedro Sánchez en las que se debería abstener al elegir a María Ángeles Sánchez Conde como nueva teniente fiscal del Tribunal Supremo. Sánchez Conde de la Unión Progresista de Fiscales (UPF), al igual que Delgado, es la ‘protegida’ del magistrado del Tribunal Constitucional y jurista de referencia del PSOE, Cándido Conde-Pumpido.
Sánchez Conde era elegida nº 2 del Ministerio Público tras la reunión del Consejo Fiscal celebrado este martes en el que era votada por los cuatro vocales de la UPF y la inspectora jefe de la Inspección Fiscal, María Antonia Sanz Gaite. Por su parte, los cinco vocales de la Asociación de Fiscales (AF) apoyaban a la ex fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal. Finalmente, el otro fiscal que sonaba como favorito José Javier Huete y sus compañeros Javier Zaragoza y José Ramón Noreña no recibían ningún voto.
Fuentes jurídicas consultadas por Libertad Digital destacan que con la elección de Sánchez Conde, "Delgado podrá controlar a distancia las causas judiciales que afecten directamente al Gobierno de PSOE y Podemos en las que ella debería abstenerse como fiscal general, tras haber sido previamente ministra de Justicia con Pedro Sánchez".
"Delgado y Sánchez Conde están unidas por una estrecha relación personal y por una absoluta identificación ideológica con el sanchismo. Por tanto, en los casos que apunten al Ejecutivo, Sánchez Conde como nº 2 de la Fiscalía podrá mantener la misma línea de actuación que la propia Delgado", señalan.
Según el comunicado oficial de la Fiscalía General del Estado, Sánchez Conde es "la primera mujer que ocupará este cargo en la historia del Ministerio Fiscal y que ha contado con un apoyo mayoritario del Pleno. Un paso más hacia la necesaria paridad y la equiparación efectiva de mujeres y hombres en cargos directivos que nos acerca a la realidad sociológica del Ministerio Fiscal, compuesto en un 64% por mujeres".
"A su dilatada trayectoria, brillante currículum y demostrada experiencia en la dirección y gestión de equipos se une un perfil profesional, discreto y de gran solvencia jurídica y capacidad de trabajo", añadía el comunicado.
Las mismas fuentes consultadas por LD desmienten dicho comunicado oficial de la Fiscalía General del Estado y aseguran que "Sánchez Conde era en realidad la candidata con peor currículum y preparación para el cargo en comparación con los otros 4 candidatos Zaragoza, Madrigal, Huete y Noreña".
Cabe destacar que Sánchez Conde ya fue la favorita en la anterior elección para convertirse en teniente fiscal del Supremo en la que Delgado se decantó por el fallecido Juan Ignacio Campos. Obtuvo su primer destino en Cádiz en 1982 y ha pasado por las Fiscalías de Barcelona, León, Bilbao. En 1990 aterrizó en el TSJ de Madrid donde dos años más tarde fue nombrada fiscal jefa. Gran parte de su trayectoria profesional la ha pasado en el Tribunal Constitucional donde ascendió a Fiscal de Sala.
La ‘protegida’ de Conde-Pumpido
Tal y como publicó este diario, Sánchez Conde es considerada en el Ministerio Público como "una de las fiscales de tendencia izquierdista más sectarias e ideologizadas. Es la ‘protegida’ de Conde-Pumpido y cuándo éste era fiscal general del Estado la aupó para dirigir la Fiscalía del Tribunal Constitucional, ha desarrollado su carrera siempre de su mano. Además, el propio Conde-Pumpido y su esposa la magistrada Clara Martínez de Careaga son a su vez amigos íntimos de la ministra de Justicia Pilar Llop".
"Sánchez Conde es una fiscal a la que no le importaría mancharse la toga con el polvo del camino. Además, ha protagonizado numerosos incidentes internos con compañeros desacreditando resoluciones judiciales valorando únicamente la ideología del magistrado que la había redactado sin tener en cuenta los argumentos jurídicos", concluían.
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