
El Mundo
"Sánchez socava la seguridad del Estado al airear que fue espiado". Vaya panda de irresponsables. Y todo para hacerle rosca a ERC. El editorial dice que la denuncia "es de una irresponsabilidad gravísima". Ahora resulta que los viajes en Falcon son secreto pero el espionaje no. "Porque si algo ha conseguido la performance del ministro Bolaños es generar una inquietud absoluta sobre la falta de seguridad en nuestro país". El numerito recordó al de las cartas bala y la navajita plateá durante la campaña madrileña.
"Estamos ante la burda estrategia del calamar. Sánchez opta por ponerlo todo bajo sospecha e instrumentalizar las instituciones para intentar salir al paso de la amenaza de sus sostenes independentistas de dejarle caer". Y encima acusan veladamente a Marruecos. "Como un kamikaze, para intentar salir de su atolladero puede estar metiéndonos a todo en un agujero bien profundo". Tenemos un presidente que es un enfermo mental.
Jorge Bustos dice que "hubo un tiempo en que Sánchez daba más miedo que pena, o eso pretendía, pero definitivamente esos tiempos pasaron". "Sánchez no gobierna para los españoles sino para los 13 diputados de ERC". Jo, Bustos, ¿ahora lo descubres? Pues has estado lentito. Sánchez desprecia a todo español que no sea indepe o proetarra. "En esos escaños se sientan las niñas de sus ojos, su menesteroso presente y su único futuro". "La Moncloa tratando de empatar en victimismo con el partido de Junqueras para que el sedicioso no le acorte bruscamente la legislatura. Esto es lo que hay, españoles". Sánchez está peor de lo que pensamos si cree que aún engaña a alguien.
"Feijóo y Ayuso se ven como una "cooperativa" en el nuevo PP unido". "Ayuso, pandillera y reina, entre los espías de Sánchez", dice una desconocida Lucía Méndez en un artículo en el que no insulta a la presidenta madrileña. "El espionaje del móvil del presidente del Gobierno y la ministra de Defensa sólo ensombreció una pizca la fiesta de celebración de Díaz Ayuso y el estreno de su nueva pareja política". Ni convocando a la prensa deprisa y corriendo con tono misterio consiguió Sánchez eclipsarla. "Si Moncloa anuncia a las siete de la mañana de un día festivo en siete comunidades una comparecencia de dos ministros, es que el caso del caballo alado va a dar un giro de 180 grados". Algunos creyeron que Sánchez había entregado la cabeza de Robles, pero no, resulta que es otra espiadita.
Eso sí, "en el caso de que el presidente Sánchez hubiera tenido la aviesa idea de acabar con el auténtico primer 2 de Mayo de Díaz Ayuso, Moncloa pinchó en hueso". Otra vez. Sánchez siempre pincha en hueso contra Ayuso. "De guardia en Moncloa por si se escapa algo del búnker, al ministro de la Presidencia lo mandó el presidente a la fiesta de celebración de Díaz Ayuso. A un lado del escenario, sola y guapa, protagonista absoluta de la película. Al otro lado, sus antepasados del PP, Alberto Ruiz-Gallardón, Esperanza Aguirre, Cristina Cifuentes, Ángel Garrido, Pedro Rollán, y el socialista Joaquín Leguina, miraban a la presidenta. Satisfechos y orgullosos de su descendiente. Díaz Ayuso es una líder que puede permitirse cualquier lujo retórico, histórico, analógico, digital, presencial o por zoom. Su éxito electoral y popularidad noquearon al PSOE y envenenaron de envidia a Pablo Casado hasta asfixiarle". Atónita, me ha dejado Lucía. Llama guapa a Ayuso e incluso reconoce que lo de Casado fueron los celos. Algo raro está pasando.
Ayuso y Feijóo "hacen una pareja verosímil y reconocible políticamente. Ella, la presidenta que se dice «pandillera», pero también reina sobre las élites madrileñas. Él, hombre de orden y de poder". Hala, caminito de Moncloa.
El País
"Sánchez fue espiado por Pegasus". Sí, lo contó a los cuatro vientos como una cotorra cualquiera. "Los socios intensifican el control en el Congreso y exigen una comisión de investigación sobre el espionaje digital". Pepa Bueno y Miguel Barroso, que por lo que dicen es quien controla el periódico, quieren cargarse a Margarita Robles, va a por ella descaradamente. "Los socios han puesto en su punto de mira a la ministra de Defensa, pese a que también ha sido presuntamente espiada. No ha ayudado nada su actitud. Robles comparecerá este miércoles en el Congreso en la comisión de Defensa con pocos aliados", dice Javier Casqueiro en su información. Blanco y en botella.
También cuenta el periódico que "La exministra de Exteriores González Laya también fue espiada en plena crisis con Marruecos", pero eso lo ha desmentido el propio Bolaños en la SER. Moncloa llamando mentiroso a su órgano de propaganda.
"El Gobierno ha ido variando en dos semanas su respuesta al escándalo del espionaje con Pegasus a los líderes independentistas", dice el editorial de Pepa. Y encima, critica a Feijóo. "No permite albergar mucha esperanza sobre un debate serio la respuesta pública que ayer dio el presidente del PP, Núñez Feijóo, en lo que ya es un patrón de comportamiento: primero, apoyo al Gobierno ante el espionaje, y después sembrar sospechas sobre la casualidad del momento en que se ha revelado el ataque". Pepa, tu jefe es un irresponsable. Y claro que no fue casual, pero le salió el tiro por la culata.
"En cualquier caso, es al Gobierno al que corresponde restablecer la confianza de los ciudadanos en la seguridad de las comunicaciones y despejar dudas sobre la idoneidad o no de los instrumentos que el Estado utiliza para protegerse". La confianza de los ciudadanos solo se restablecerá cuando Sánchez salga de Moncloa.
Al acto de Ayuso le dedica la foto de portada y una información malintencionada de Juan José Mateo. "Feijóo y Ayuso, juntos pero con distintos discursos". No consiguieron opacar a Ayuso, así que las uvas están verdes. A jorobarse.
ABC
"El Gobierno sabía desde hace meses del ataque con Pegasus a los móviles de Sánchez y Ayuso". Mortadelo y Filemón. "La rueda de prensa ha sido precipitada, poco justificada e incluso contraproducente", dice el editorial. "La comparecencia solo sirvió para dejar en evidencia al Estado". Una niñería con el único objetivo de calmar a Rufián. "Es evidente que la información proporcionada por el Gobierno quiere amortiguar el efecto del supuesto espionaje a dirigentes del independentismo catalán y crear una especie de solidaridad victimista entre unos y otros, lo que da la medida del precio que Sánchez, a costa del crédito del Estado, está dispuesto a pagar por su relación con el independentismo". Cualquier cosa, está dispuesto a cualquier cosa, es el colmo de la ineptitud.
Ignacio Camacho lo define a la perfección. "Él se ha encargado de despojar de valor a su palabra desde la suposición de que la primera mentira escandaliza, la segunda irrita, la tercera asombra por su contumacia y a partir de la cuarta empieza a perder importancia. Ha hecho de la incoherencia, del embuste, de la contradicción y del fraude moral una especie de rasgo de estilo o algo peor: una característica connatural a su concepto de la política como ejercicio de oportunismo". Es un ser despreciable que ya solo cuenta con sus voceros en los medios.
Isabel San Sebastián expresa su admiración por Ayuso. Con la que le ha caído a esta mujer desde todos lados, "ha torcido la mano de quien trataba de derribarla, convirtiendo las lanzas en votos. Las escuelas de negocios estudiarán el caso de esta mujer como el paradigma del éxito alcanzado a base de coraje y convicción". "Si el éxito no la deslumbra y malogra su potencial, tenemos lideresa para rato". Y una advertencia. "PD: me gusta la pelota tan poco como a mi tocaya. Cuando meta la pata, que la meterá, aquí estaremos para recordárselo". Claro, solo faltaba.
La Razón
"Sánchez busca desactivar a ERC siendo víctima del espionaje". ¿Ves Pedro? Es que la operación fue tan burda que solo se la has colado a tus esclavos de El País y La Sexta. Que no, tío, que no, que no somos todos imbéciles.
Toni Bolaño también se lía a bofetadas. "La estrategia de gestión comunicativa de el caso Pegasus pasará a los anales de la historia por su zafiedad. Se desconoce quién es el artista responsable de esta política comunicativa. Si es el ministro de la Presidencia tiene un problema porque ha puesto el orden y la seguridad en primera página de los temas políticos, anulando cualquier otra iniciativa, y ha hecho de la desconfianza el eje de la política gubernamental". Un pan con unas tortas.
También flipa el editorial. "No hay precedentes, al menos nosotros no los hemos encontrado, de que un gobierno reconozca que ha tenido los teléfonos de su presidente y de su ministra de Defensa intervenidos y, lo que es asombroso, afirme que se ha dado cuenta del hecho un año después. Si en ningún orden de la vida, incluida la política, es bueno entrar en juicios de intenciones, en este caso se suscitan tantas dudas que cabe preguntarse si acaso nos hallamos ante una cortina de humo, con la que el Gobierno buscaría desactivar la crisis del espionaje abierta con sus socios de ERC. Pero, si esa es la estrategia, se puede afirmar que lo que ha hecho el Ejecutivo es darse un tiro en el pie". Qué ridículo tan espantoso ha hecho el gobierno para contentar a un elemento como Rufián.





