
Podemos se ha venido arriba. No sólo deplora el envío de armas para que Ucrania se defienda del ataque de Putin. No sólo cree que se deben retirar las tropas europeas enviadas a las proximidades de Ucrania por si el ataque ruso se extiende a otros territorios. No sólo piensa que la OTAN es una provocación a Rusia. Además, cree que se desaprovecha la vía diplomática. La suya, con su enorme experiencia, para mediar en favor de algo que denomina como "acuerdo de paz" y que no es sino una rendición de Ucrania.
"El Grupo Parlamentario Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común" ha presentado un texto en el Congreso ofreciendo su sabiduría "diplomática" como bálsamo que podría, según su versión, acabar con el ataque de Rusia a Ucrania y con la crisis energética de un plumazo. El plan esconde, simple y llanamente, llegar a un acuerdo ya con Rusia, cediendo y ofreciendo la rendición de Ucrania.
Podemos lo ha hecho, para que quede constancia oficial, como proposición no de Ley "sobre la negociación diplomática para buscar un fin inmediato de la guerra en Ucrania para su debate y aprobación en Pleno".
Lo firma su portavoz Pablo Echenique. Y señala que "el 24 de febrero de 2022, Putin ordenó invadir Ucrania de forma unilateral y absolutamente despiadada. Tras una primera fase relámpago en la que Rusia intentó tomar la capital, la guerra entró en una fase más lenta en la que las tropas rusas, después de un repliegue parcial, buscan asegurar la franja Este del país (que incluye la región del Donbás), así como un corredor Sur que bordea el mar de Azov y que conecta esta zona con la península de Crimea".
Podemos afirma que "desde que comenzó la invasión, quien más ha sufrido las consecuencias es, evidentemente, el pueblo ucraniano. Con miles de muertos y heridos y millones de desplazados, la tragedia humanitaria es ya de enormes dimensiones". Pero que, "como segundo damnificado del conflicto" se ha erigido "sin Iugar a dudas, la población de la Unión Europea. Las consecuencias económicas de la guerra para el conjunto del continente están siendo dramáticas sobre todo a través de la escasez de gas ruso, la escalada astronómica de los precios de la energía y una inflación de dos dígitos que no se veía desde hace décadas".
Por otro Iado, Echenique asegura que "también existen actores geopolíticos que, a diferencia de Ucrania y de la Unión Europea, se están beneficiando de la guerra o, al menos, no se ven afectados de una forma tan dramática". "Las sanciones que nos habían prometido que iban a poner de rodillas a la economía rusa han tenido muy pocos efectos. El rublo sigue estando fuerte y Rusia ha sido capaz de encontrar otros clientes a los que vender su petróleo y su gas (además de no haber dejado de vender a la Unión Europea, incluso a mayor precio)", añade. Podemos también aprovecha para cargar contra "EEUU, que ha aumentado de forma significativa su papel como proveedor de gas natural licuado a Europa y el dólar ha superado, recientemente, al euro por primera vez en dos décadas. Todo esto sin mencionar que las empresas armamentísticas, especialmente las norteamericanas, están viendo aumentar de forma obscena sus beneficios gracias al discurso bélico y de rearme que EEUU ha inyectado en Europa a través de la OTAN".
Queda, pues, "perfectamente claro", según Podemos, "quiénes se benefician y quiénes son perjudicados por una prolongación del conflicto en Ucrania. Por mucho esfuerzo legislativo y presupuestario que hagan los gobiernos de la Unión Europea, combatir la escasez repentina de una de las principales materias primas energéticas y luchar contra una inflación de dos dígitos es algo que ningún gobierno es capaz de conseguir por sí solo y eso significa que los diferentes países de la unión nos vamos aproximando al abismo económico con cada mes que pasa".
Por todo ello, Echenique, obviando el derecho de Ucrania y su población a defenderse, desliza la opción de la rendición y del pacto con Rusia. Traducido: del abandono a Ucrania. E insiste en que "resulta evidente que la única forma de evitar una crisis profunda y duradera que genere un enorme sufrimiento en la gente trabajadora, en las familias y en los pequeños negocios y que pueda, incluso, poner en riesgo la arquitectura de la Unión Europea pasa por alcanzar a la mayor brevedad un acuerdo de paz que ponga fin a la guerra".
Y, en base a todo ello, defiende "la imperiosa necesidad de que se pongan todas las energías políticas en la negociación diplomática para buscar un fin inmediato de la guerra en Ucrania mediante un acuerdo de paz y que se dejen de impulsar aquellos discursos y medidas que tienen como consecuencia la prolongación de la misma". Porque, según él, debe "subrayarse la evidencia de que la continuación de esta guerra perjudica gravemente al pueblo ucraniano, pero también a la economía de los países de todo el continente, poniendo en peligro la estabilidad de la Unión Europea".

