Media hora habría durado la última y "trepidante" aventura de Clara Ponsatí, exconsejera de Enseñanza de la Generalidad y fugada tras el golpe de Estado separatista. Ponsatí ha participado en un acto de un grupo de entidades vecinales en contra del cierre del paso fronterizo de Banyuls, que une Francia y España a través de las comarcas del Rosellón y el Alto Ampurdán.
Ponsatí habría aprovechado la circunstancia para llegar hasta el municipio catalán de Espolla y dar media vuelta a Francia por temor a que la Policía Nacional o la Guardia Civil fueran avisadas de su presencia en territorio nacional. La fugada ha aprovechado la protesta para presumir de su "hazaña" y asegurar que en España no hay libertad. "Si yo fuera un poco más allá seguramente me esperaría la Guardia Civil para detenerme a pesar de que tengo inmunidad por ser eurodiputada", ha señalado la dirigente separatista, una de las golpistas con un discurso más radical.
Ponsatí ya tuvo problemas en Francia cuando fue retenida en el aeropuerto de Perpiñán al acudir a la constitución del Consell de la República, el grupo de amigos de Puigdemont que trata de simular una asamblea legislativa en el "exilio". Los gendarmes la pusieron en libertad tras preguntarle si también estaba prevista la llegada del prófugo Puigdemont.
Las autoridades francesas han decretado el cierre del paso fronterizo para evitar que sea utilizado por las mafias, tanto las que trafican con estupefacientes como las que fomentan la inmigración ilegal.