
La barcelonesa calle de la Conca de Tremp, en el barrio del Carmelo, se le está atragantando a los servicios viarios del Ayuntamiento que encabeza Ada Colau. Se trata de una calle de sentido único de tráfico en la que los autobuses híbridos y otros vehículos de potencia limitada tienen graves dificultades para superar el desnivel, del 20%.
Experimentados conductores de los autobuses municipales se han visto atrapados en una incómoda y peligrosa situación, con los vehículos varados a medio camino, incapaces de remontar la cuesta y en una suerte de retroceso que pone a prueba los sistemas de freno.
La calle es una trampa para los conductores y los intentos del Ayuntamiento por solucionar el problema con pavimentos antideslizantes no funcionan. Los técnicos municipales ordenaron el reasfaltado de la cuesta el pasado mes de julio para facilitar la tracción de los vehículos, pero modelos como los autobuses híbridos no están adaptados a las condiciones "extremas" de la subida.
El asunto es un problema no precisamente menor para los vecinos del barrio y para quienes se ven obligados a tomar la temida calle por razones laborales, sobre todo los días de lluvia. También es un "entretenimiento" para un ciudadano residente en esa vía pública y que ya ha subido más de cien vídeos a las redes sociales con vehículos de todo tipo atrapados en la cuesta, según informó la televisión local de Barcelona. Los vídeos acumulan millones de visualizaciones.
