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La oferta que pensó hacer Génova a Cs hasta que Arrimadas y Bal desataron la autodestrucción

Aparcan la idea de que los miembros de Cs "válidos", actuales y antiguos, se integren dentro del PP como una "corriente propia".

Aparcan la idea de que los miembros de Cs "válidos", actuales y antiguos, se integren dentro del PP como una "corriente propia".
La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas. | EFE

La dura guerra interna abierta en Ciudadanos entre Inés Arrimadas y Edmundo Bal por controlar los restos de la formación ha hecho que el Partido Popular aparque una de las propuestas que pensó realizar a los dirigentes naranjas y que hubiera garantizado su supervivencia.

Fuentes del PP explican que, antes de que se desatase la batalla campal en la formación que lideró Albert Rivera, Génova tenía la puerta abierta a que los miembros de Cs "válidos", actuales y antiguos, se integrasen dentro del PP como una "corriente propia".

El objetivo de Feijóo con este tipo de movimientos es intentar aunar el voto del centro derecha dentro de las siglas del PP y de ahí que se plantease realizar esta oferta. Eso sí, la propuesta de los populares ha sido paralizada hasta que pase la asamblea general que los naranjas van a celebrar en enero y que dirimirá quién es el nuevo líder de Ciudadanos.

Entonces, los populares verán qué hacer con el nuevo presidente naranja. Pero hasta entonces, aseguran, sería "descortés" hacer ningún tipo de oferta mientras los miembros de Cs viven un proceso tan complicado que enfrenta a los pocos cargos que quedan del partido: "Nosotros sabemos lo dura que es una guerra interna y no vamos a decir nada hasta que no acaben su proceso congresual", aseguran desde el PP.

Eso sí, no hay ofertas pero sí advertencias. Este miércoles, en una entrevista en Onda Cero, Alberto Núñez Feijóo pedía a los naranjas que en este proceso se despidiesen "de la forma más digna posible". Aseguró que hay personas dentro de Cs "que tienen talento y son aprovechables para la política". Una de estas personas es la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, que creen en el PP que es un "perfil que puede sumar".

Continúa la batalla campal

Y mientras el PP frena su propuesta, en Cs siguen volando los cuchillos. Durante la celebración del Día de la Constitución el pasado 6 de diciembre en el Congreso, Arrimadas y Bal se dedicaron a tirarse los trastos a la cabeza. El primero en abrir la veda fue Bal que, en una conversación informal con periodistas aseguró que lo que quería Arrimadas era "la refundación de Luis XIV, del ordeno y mando". "La rueda de prensa que dio este martes fue lamentable, inadmisible y ha provocado mucho malestar dentro del partido", aseguró el diputado naranja.

Se refería así a la comparecencia que el día anterior ofreció la líder naranja en la que cargó contra su intención de presentarse al proceso para liderar la formación. Arrimadas contestó a estas declaraciones unas horas después recordando que fue Bal quien, en su condición de jurista, analizó la ley del solo sí es sí de Irene Montero y pidió a los diputados naranjas que votasen que sí.

"Quien ha defendido la ley del sólo sí es sí está inhabilitado para liderar ningún partido", advertía ella sobre su compañero de filas. La líder de Cs reprochaba así al que fuera abogado del Estado no haber previsto las incongruencias de la norma. "Lo dejamos en sus manos como jurista, confiamos en él y falló", añaden cargos naranjas.

Insistía Arrimadas también en que aún hay posibilidad de acuerdo si se plantea una "tercera vía" en la que ni ella ni Bal encabecen la candidatura para liderara los restos del partido naranja desde el 2023.

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