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Sánchez logra aprobar de manera definitiva la derogación de la sedición y la malversación

Ni Sánchez ni ninguno de sus ministros han acudido al pleno del Senado de este jueves.

Ni Sánchez ni ninguno de sus ministros han acudido al pleno del Senado de este jueves.
El presidente del Senado, Ander Gil, en una imagen reciente. | EFE

Tras una semana marcada por la polémica, el Gobierno de Pedro Sánchez ha conseguido aprobar de forma definitiva en el Senado la derogación del delito de sedición y la rebaja de penas para la malversación.

Con esta reforma, el delito de sedición desaparece para convertirse en uno agravado de desórdenes públicos, y la pena máxima de 15 años pasa a ser de 5. Por su parte, el castigo máximo para la malversación sin ánimo de lucro se rebajará a 4 años, cuando ahora se pueden imponer hasta 8 años y se puede llegar a los 12 si la cantidad malversada supera los 250.000 euros.

La sesión comenzaba en la Cámara Alta tras fracasar el último intento del Senado para que el Tribunal Constitucional aceptara que se tramitaran también este jueves las enmiendas con las que se quería facilitar la renovación del propio tribunal y el CGPJ, y que fueron frenadas por el órgano de garantías el lunes a última hora tras una larga deliberación.

Una sesión en la que no han aparecido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y en la que la bancada azul ha estado desierta ya que el Ejecutivo celebraba a la misma hora una copa navideña en La Moncloa.

"Vergüenza"

Los senadores comenzaban sus discursos en la cámara a la misma hora que el sorteo de la Lotería Nacional. El portavoz del grupo popular, Javier Maroto, aseguraba que era una "vergüenza" lo que estaba haciendo le gobierno y esta reforma tenía un fin: "Esta reforma es para Junqueras pueda ser candidato y para que los independentistas le sigan apoyando a Pedro Sánchez. Esa es la razón por la que estamos hoy aquí".

"El PP no va a olvidar la traición de Sánchez a sus promesas, votantes y a España", ha sentenciado el senador popular que ha avanzado que el jefe del Ejecutivo quiere colocar ahora a Cándido Conde-Pumpido al frente del Tribunal Constitucional para que dicho órgano "no sea un obstáculo" cuando se celebre un referéndum independentista en Cataluña. "Sonríen los independentistas porque saben que es verdad", ha añadido Maroto ante la atenta mirada de Alberto Núñez Feijóo que se encontraba en su escaño.

Desde el PSOE, su portavoz en este debate, el senador José María Oleaga, ha defendido que "la democracia es el diálogo y el entendimiento y, a veces, hay que hacer cesiones. Es un orgullo el pertenecer a un partido que lo que busca fundamentalmente son las soluciones a los problemas, sobre todo los problemas de convivencia", ha añadido tras repetir el mantra de que lo que busca el Gobierno es homologar la ley con Europa.

"Con su voto van a poner a los corruptos en la calle"

El momento más tenso del debate se ha producido cuando el senador del PP Fernando de Rosa se ha dirigido a los socialistas para recordar que "con su voto" van a poner a los corruptos en la calle. "¿Les avergüenza? Con su voto van a salir los corruptos", elevaba el tono.

Por otro lado, la anécdota de la mañana la protagonizaba la senadora de ERC, Mirella Cortés, que se refería al Gobierno de Rajoy y, tras ello, "al gobierno de Feijóo", diciendo que ninguno de los dos "tenía proyecto para Cataluña. Una referencia que provocaba el revuelo en la bancada popular que comentaba que a la separatista "le había traicionado el subconsciente" reconociendo que cree que habrá un gobierno "de Feijóo".

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