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Sánchez gana: Irene Montero, dispuesta a "ceder" con la ley del sí es sí para permanecer en el Gobierno

La ministra se parapeta en el "dolor de las víctimas" para no dimitir y se enroca en que "la ley está bien hecha".

La Ley Sánchez-Montero. Cronología del escándalo del 'sólo sí es sí'

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La ministra se parapeta en el "dolor de las víctimas" para no dimitir y se enroca en que "la ley está bien hecha".
Irene Montero durante su mitin en Murcia. | EFE

Sánchez ha ganado la partida, las encuestas le están quitando el sueño. La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha dado el enésimo bandazo con su dichosa ley y ahora se muestra dispuesta "a ceder" y reformar la ley del sólo sí es sí con el objetivo de conseguir "una respuesta unitaria del Gobierno", ha dicho la ministra en un acto de presentación de candidaturas de Podemos en Murcia, dentro de la campaña que le ha preparado su equipo para reflotar su maltrecha imagen.

"Nunca he estado más dispuesta a llegar a un acuerdo. Porque yo sé que la ley está bien hecha", dice la terca pareja de Pablo Iglesias, pese a que ya van más de 400 violadores que se han beneficiado de esa ley tan bien hecha. No ha desaprovechado Irene Montero para lanzarle un dardo al exministro de Justicia Juan Carlos Campo, ahora en el TC. Hicimos la ley "mano a mano con el ministerio competente para hacer las reformas penales, que es el ministerio de Justicia de Juan Carlos Campo. Con un equipo excelente". Tan excelente que hicieron oídos sordos a los avisos desde distinto ámbitos sobre los riesgos de la ley.

"Yo sé que la ley está bien hecha", vuelta la burra al trigo. Y de nuevo la matraca con que la culpa de que los violadores salga a la calle es de los jueces fachas y machistas, pese a que la mayoría sean mujeres. "Esto es una ofensiva de sectores reaccionarios contra la ley, pero me hago cargo del dolor, del sufrimiento, de la preocupación de las víctimas, de quienes las acompañan, de sus abogadas, de sus familiares y también de la preocupación social", a las que ha ignorado durante tres meses enrocada en que ella tiene razón, mientras las víctimas veían cómo se reducían las penas de sus agresores por culpa de la ministra y de Pedro Sánchez.

"Estoy dispuesta a ceder con tal de que tengamos una respuesta unitaria ante esta ofensiva contra la ley del sí es sí". Pero de dimisión, ni hablamos. "A reformar la ley, y si es necesario, también a subir algunas penas". Según Montero, la forma de parar las violaciones es "poner más psicólogas en la calle".

Y con ese aire de superioridad que caracteriza a la señora de Iglesias, a grito pelado, alzando el dedito amenazador, y con la mano en la cadera, ha bramado. "Solo hay una cosa, una cosa, en la que no estoy dispuesta a ceder: del consentimiento ha llegado para quedarse". Ovación de los siervos podemitas que la sufrían.

"Y me preocupa, me preocupa, que seamos capaces de responder a esta ofensiva de la derecha judicial, política y mediática", seguía disparatando Montero metiendo en ese saco a Manuela Carmena o a Rita Maestre. "Ni un paso atrás", ha concluido su mitin victimista en el que se ha parapetado en el dolor de las mujeres violadas para aferrarse al carguito, el coche oficial y el sueldazo que le pagamos todos como tributo a que Sánchez pueda seguir en Moncloa.

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